¿QUIÉN ERES?

35.7K 5.2K 2.5K
                                    

El joven de cabello grisáceo se levantó del sillón y caminó lentamente hacia la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El joven de cabello grisáceo se levantó del sillón y caminó lentamente hacia la puerta. En el trayecto tomó un sartén como única arma porque no sabía si podía ser un animal, o un ladrón.

Una vez estuvo frente a la puerta, abrió despacio, tratando de hacer el menor ruido posible. Asomó su cabeza pero no vió nada extraño, solamente una lata de metal moviéndose en el piso gracias al aire.

Aliviado suspiró, pero justo en ese momento, de la nada salió un muchacho de cabello negro con la ropa desgarrada y tambaleándose justo en su dirección.

El peli gris gritó asustado y por impulso le dió un sartenazo en la cabeza,m para enseguida cerrar la puerta de un azotón y pegarse a la misma de espaldas, tratando de calmar la temblorina que tenía su cuerpo. Sin perder tiempo, corrió hacia el teléfono y marcó al número de emergencia, pero antes de que alguien contestará, miró por un orificio de la puerta y vió al​ chico sobándose la cabeza, se veía muy joven y parecía que también estaba lastimado.

Indeciso, se mordió el labio inferior y se dijo a si mismo que tal vez debería preguntar primero​ qué buscaba antes de llamar a la policía, así que colgó el teléfono y se acercó de nuevo a la puerta.

—¿Q-Qué quieres?

A-Ayúda-me— respondió con una voz débil y casi inaudible. Y JiMin vió el momento justo en que el chico se desplomaba en el piso.

Asustado abrió la puerta y cargó al chico en brazos llevándolo hasta su habitación, en donde lo recostó sobre su cama. Observó detenidamente​ las heridas en su cuerpo, eran grandes, como si lo hubieran cortado con una navaja o algo así.

Salió de la habitación para traer un bote de alcohol y algodón pero cuando volvió, se sorprendió al ver que habían desaparecido y ahora parecían unos simples rasguños.

—¿Quién eres?— susurró y observó aún con más detenimiento al muchacho. Era muy guapo, se veía fuerte pero sobre todo parecía un niño.

Estuvo con él un par de horas hasta que por curiosidad quiso tocar su brazo, tenía en el una marca, una cicatriz.

—¿Qué haces?— preguntó el chico sujetando la mano de JiMin y provocándole un susto que lo hizo brincar.

—L-Lo siento...

El peli negro se sentó en la cama lentamente y después se sujetó fuertemente la cabeza.

—¿Qué hago aquí?

—Eso me gustaría saber a mi, llegas de la nada y te metes a mi casa.

—Sólo era el patio, además ahora que lo recuerdo me golpeaste la cabeza.

Las mejillas de JiMin se sonrojaron, ahora estaba un poco apenado por eso.

—Lo lamento, creí que eras un ladrón.

—¿Tengo cara de ladrón?

—Pues... Creo que no.

—¿Cómo te llamas?

—No sé si deba decírtelo, no te conozco.

El azabache lo miró y frunció el ceño.

—Osea que me tienes aquí, dentro de tu casa sin conocerme pero no me quieres decir tu nombre— rodó los ojos—. Eso es muy lógico.

—Bueno, bueno, soy JiMin... Park JiMin.

—Ja, que chistoso nombre— rió bajito y le miró fijamente—. Ya enserio.

—Es enserio.— habló el peli gris ahora molesto porque ese chico se burlaba de su nombre.

—Bien... JiMin... Soy JungKook, ahora por favor ¿me podrías dar un vaso con agua?

El peli gris achicó los ojos y asintió lentamente antes de salir de la habitación.

En cuanto cruzó la puerta, JungKook se levantó y miró por todas partes, empezó a revisar todo buscando un celular o un teléfono, y cuando lo halló, llamó de inmediato a su base pero nadie respondía.

—Me lleva la...

—Oye, no digas groserías en mi casa.— se quejó JiMin entrando en la habitación.

JungKook dió un pequeño brinco y escondió el celular detrás de él.

—¿Qué tienes atrás?

—Pues la espalda.— soltó con obviedad y giró los ojos.

—Me refiero en las manos.

—Dedos.

JiMin frunció el ceño y se acercó a JungKook, dejó el vaso de agua sobre el buró a un lado de la cama y repentinamente rodeó con sus brazos al peli negro queriendo quitarle lo que escondía.

—¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!

—¡Enséñame que estás ocultando!

Empezó un ridículo forcejeo que obviamente JungKook ganó segundos después, cuando aventó a JiMin a la cama boca abajo y le dobló el brazo hacia atrás.

—¡Sabía que eras un ladrón!

—No soy un ladrón, idiota, solo tomé tu celular prestado. Necesitaba llamar a mi casa porque no sé dónde carajos estoy.

El azabache finalmente lo soltó y JiMin se dió vuelta para encontrarse con JungKook extendiendole el móvil en su mano.

—Bueno... Está bien... Confiaré en ti... No eres un delincuente loco ¿O si?

Jeon tragó en seco y soltó una pequeña risa totalmente fingida y acompañada por un poco de nervios.

—No, claro que no... ¿P-Podría quedarme unos días contigo? No sé a dónde más ir.

El peli gris lo pensó unos segundos, observó a JungKook y realmente no parecía peligroso pero por si las dudas agarró una navaja de bolsillo que tenía en el cajón llevándola a su pantalón, luego se alejó un poco.

—Bien, pero tú dormirás en el sillón.

—Si, como sea.

El peli gris observó al extraño salir de la habitación y solo soltó un suspiro.

—Por favor que no me arrepienta...

Experimento JK3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora