ENCUENTRO

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JiMin abrió los ojos poco tiempo después

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JiMin abrió los ojos poco tiempo después. Se removió en el colchón y frotó sus ojos con pereza.

Miró hacia un lado de la cama y no encontró a JungKook, por lo que supuso que quizá estaría en el baño duchandose, pero no había ruido de agua cayendo así que se levantó y caminó hacia la pequeña cocina de la habitación.

—¿JungKook?— lo llamó pero el lugar estaba vacío, no había nadie ahí ni en ningún otro lado del cuarto.

Confundido comenzó a vestirse y al terminar tomó su cartera para salir a buscarlo, y ahí fue cuando notó que le faltaba una buena cantidad de dinero.

—Este idiota... Espero que estés cerca.

Salió de la habitación con todas sus pertenencias dentro de la mochila que colgó en su hombro y caminó a paso rápido hacia la salida.

Una vez fuera, recorrió cada tienda cercana sin tener éxito. Volvió al hotel pero la recepcionista dijo que no lo había visto llegar en ningún momento.

Las horas pasaban y fue entonces cuando JiMin sintió un fuerte dolor en el pecho, como si algo le oprimiera.

—A caso... ¿Me abandonó?

Se preguntó a si mismo mientras unas lágrimas empezaban a escurrir por sus mejillas.

¿Cómo podía describir sus sentimientos en ese momento? Quizá una mezcla de irá, tristeza y decepción. Apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

—No te necesito Jeon.— habló limpiando bruscamente las lágrimas con los puños de su playera.— Si no me querías contigo... Sólo debías decirlo y no dejar que me enamorara.

Sorbiendo su nariz levemente roja caminó hacia la parada de autobuses y tomó el próximo que lo llevará de vuelta.

...

JungKook miraba a través de la ventana del transporte. Podía ver en su reflejo las lágrimas deslizarse y caer hasta su pantalón ya húmedo.

Miró a su lado y notó la ausencia de ese chico que lo acompañaba, un sollozo escapó y rápidamente cubrió su boca, no quería molestar a los demás con sus lloriqueos.

Volvió la mirada a la ventana y se preguntó qué estaría haciendo JiMin en ese momento.

Cuando le dijo sus sentimientos no mintió y ahora se sentía un idiota porque había hablado demasiado y luego se fue.

Durante todo el camino su mente le torturó con pequeños recuerdos hasta que el autobús llegó a su destino y todos empezaron a bajar.

JungKook caminó unos pasos cuando repentinamente sintió una mano sujetar con fuerza su muñeca y jalarlo hacia atrás.

—¡¿Pero qué mierda?!— Se soltó rápidamente del agarre de aquel sujeto.

—Hola... JungKook.

—¿Jackson?— el chico de cabellos rubios alzó la cara y se quitó la gorra negra que cubría parte de su rostro.

—Veo que también has venido a rescatar a los demás.

—¿Por qué estás tan seguro de eso?

—De otra forma no estaríamos hablando ahora.

JungKook frunció el ceño y los labios para después asentir. Otro jóven de cabello azabache se acercó a ellos y sonrió.

—No quiero alarmar a nadie pero será mejor que empecemos a mover las piernas... Esos policías nos están mirando.

—JB.— susurró el peli negro — Debemos tomar otro autobús.

—Vamos a comprar el boleto.

Los tres chicos caminaron, pero se dieron cuenta de que los policías y algunos militares empezaban a seguirlos.

JB llevó su mano hacia la espalda y alzó su playera para enseguida sacar una pistola.

—¡Corran! — gritó antes de empezar a disparar.

La gente empezó a correr despavorida tras escuchar los disparos. Los militares empezaron a disparar también y una de las balas rozó el brazo de JB. Jackson sacó su arma y ayudó a su compañero.

—¡Ahí está! — gritó un militar señalado a JungKook, quien corría rápidamente tratando de llegar a un edificio.

Sus piernas empezaban a pesarle y su respiración se agitó, sabía lo que venía, sabía que pronto perdería la razón de sus actos, pero todo eso desapareció en el momento en que sintió una punzada en su cuello.

Se sujetó y arrancó el tranquilizante que le habían disparado. Sus pasos se hicieron torpes y empezó a perder velocidad hasta que cayó al suelo de rodillas.

Apoyó sus manos contra el asfalto y su visión era cada vez más borrosa. JK3 podía soportar todo... JungKook sólo era un simple humano.

Su corazón se aceleró de sobre manera y golpeó con su puño repetidas veces. Al final no había logrado llegar.

—JiMin.— Fue lo último que susurró antes de caer inconsciente en el suelo.

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