43

519 75 1
                                    


26 de Mayo



Margo nos ha enviado un doctor en secreto quien firmó un contrato de confidencialidad (lo cierto es que es el doctor de la familia y me conoce desde niña así que es alguien confiable) para revisar mi embarazo, pues llevaba 5 meses encerrada y no había recibido atención medica, lo cual obviamente me preocupaba demasiado.


El doctor me reviso en una de las habitaciones y Laura no se separó de la puerta, siempre al pendiente y siempre desconfiando de todo. No había manera de saber si sería una niña o un niño por la falta de ultrasonido, el doctor no quiso traer el equipo hasta acá para evitar llamar la atención, pero me aseguró que mis signos vitales estaban bien, se llevaría las muestras que tomó al laboratorio y esperaría a que Margo lo contactara para darnos cualquier noticia, aunque dudaba que hubiese algo malo. Me aseguró que tenía 7 meses de embarazo y que debía tener extremo cuidado para evitar un parto prematuro.


Obviamente me aterraba la idea de tener al bebé en España, oraba todas las noches pidiendo poder escapar antes de que el bebé naciera para poder estar junto a Alejo.


El doctor se fue y no lo vimos de nuevo, los resultados nos los traería Margo, quien pasaría por ellos cuando estuviese disponible y Emiliano no sospechara <<Es la lista de la familia sin duda>>Moría de nervios, no podía evitar día tras día pensar que lo peor estaba a punto de pasar, cada noche al acostarnos imaginaba que Emiliano y sus hombres entraban y nos sacaban a la fuerza. Cada mañana al despertar esperaba verlo sentado en la sala a punto de dar un discurso sobre lo mal que nos iría de ahora en adelante... Emiliano perseguía cada segundo de mi existencia aunque quisiera negarlo y no podía esperar a salir de ese maldito lugar para comenzar de nuevo sin él. <<Muy en el fondo sabes que por muy lejos que estés, siempre vas a temer encontrarlo>> <<Es cierto>>


A veces, cuando no quedaba nada mas que hacer y Laura se iba a pasear por la casa o se dormía un rato, yo me dedicaba a repasar cada instante de mi vida, rebobinando cada momento y normalmente me concentraba en los buenos, aquellos donde Alejo aparecía y donde sentía que no podría ser mas feliz... pero en otras ocasiones no podía dejar de pensar en los malos o en los que sin saberlo arruinaron mi vida. Recordaba cuando era joven y creía que todo en mi vida sería perfecto al casarme con Emiliano... fui tan estúpida e ingenua, claro que eso fue lo que él vio en mi y por eso se acercó. Recordaba cuando todo aquello había comenzado, lo repasaba en mi mente como si se tratase de una película e ingenuamente me digo a mi misma "No Julia, no lo hagas" sabiendo que eso no cambiaba nada.


Me recordaba a mi misma sentada en el escritorio escribiendo cartas que parecían no tener final, todas dirigidas a aquel misterioso muchacho que había puesto su atención en mi, es decir... él se había fijado en mi y ni siquiera miró a Margo (eso pensaba claro) y la sola idea hacía que un montón de mariposas revolotearan en mi estomago... al fin era especial para alguien. Recordé aquellas veces en que salíamos a escondidas de mi padre y pasábamos largas horas caminando por la ciudad hablando de todo aquello que soñábamos, él siempre hablaba del día en que la gente al fin lo mirara como alguien respetable y digno, el día en que la sociedad al fin lo reconociera y yo no podía dejar de pensar "Yo ya te reconozco, para mi ya eres respetable y digno de todo" es que a mis ojos él era maravilloso. Él solo se reía y seguíamos en silencio hasta que alguno de los guardias de mi padre nos encontraban.

Al principio lo golpeaban por haberse escapado con la hija del jefe, pero lo hacíamos tan seguido que de pronto solo se reían y lo llamaban "testarudo". Recuerdo tan bien cada momento feliz que pase a su lado por que fueron pocos comparados a los tristes y malos...

Porque luego de casarnos aprendí a hacerme la tonta, aprendí a engañarme a mi misma para no darme cuenta de que me había casado con un mentiroso y de que el dulce chico del que me enamore en realidad nunca existió, en realidad fue un personaje inventado por él... todo para hacerme caer y usarme como una llave que le abriría las puertas de su sueño y es que en realidad nunca me mintió en eso... su sueño era ser alguien superior y lo consiguió.



Me recosté en el diván de la sala mirando al jardín, acaricio mi vientre, siento al bebé patear y entonces pude pensar de nuevo en Alejo... mi corazón volvió a latir tranquilamente y no pude evitar llorar un poco pues lo echaba tanto de menos, me apenaba terriblemente no poder estar a su lado mientras nuestro hijo crecía dentro de mi y sabía que él también lo lamentaba. <<Alejo... piensas en mi tanto como yo pienso en ti?>>

CORRESPONDENCIA PARA UN CORAZÓN ROTOWhere stories live. Discover now