49

802 85 6
                                    


 Había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que pude escucharle, tantas cosas habían sucedido en mi vida que la Julia de ahora era una completa desconocida para el hombre detrás de la línea... lo único que no había cambiado ni un poco era el amor inmenso que sentía por él, por Alejo, el hombre al que tanto deseaba tener a mi lado y el padre de mi hija.

- ¿Hola? ¿Bueno?... ¿Eres tú Margo? No te escucho.... ¿Hola? - Su voz sonaba desesperada y ansiosa, no pude evitar llorar al escucharle... <<Dios mío Alejo, todo por lo que tuvimos que pasar para llegar a esto>>

- Hola – dije apenas con un hilo de voz, entre lagrimas y con una sonrisa imposible de borrar de mi rostro

No hubo respuesta de parte de Alejo por al menos un minuto, supongo que estaba igual de sorprendido que yo, apenas escuche su respiración que ahora sonaba agitada, luego parecía que sus palabras eran interrumpidas por sonrisas de incredulidad, casi podría jurar que estaba llorando... <<Mi dulce Alejo>>

- ¿Julia... eres tú? – dijo al fin

-Si mi amor... soy yo – mas lagrimas lograron escapar de mis ojos, quería abrazarlo

-Dios mío, Julia, mi amor ¿Qué ha pasado? ¿estas bien?... El bebé – no pudo completar la frase

- Estoy bien Alejo, gracias al cielo estoy bien – seque mis lagrimas con mi playera – ha sido una niña – escuche como rio del otro lado de la línea, estaba feliz – Laura la ha nombrado Valentina

- Es un nombre precioso – me interrumpió, ambos reímos

- Ella es preciosa, tiene tu nariz – mientras hablaba con él no pude apartar la vista de ella, quien dormía tranquila a mi lado – ha sido todo realmente un caos hasta ahora - <<Tienes que decirle... debe saberlo>> - Margo... - era aún difícil para mi hablar de eso, Laura, quien aun estaba a mi lado, acaricio mi hombro dándome apoyo – Margo esta muerta

- ¿Qué?... Pero ¿Cómo? – ahora sonaba confundido

- Nos salvó la vida a Valentina y a mí – no pude evitar romper en llanto tan solo al recordarlo – Emiliano iba a dispararnos, pero ella logro interponerse... nos salvó la vida – no pude seguir hablando

-Escucha Julia, ahora mismo voy para allá, no importa si es seguro o no, necesito estar contigo ahora, necesito conocer a mi hija – pude notar el ruido de fondo como Alejo abría y cerraba cajones

No dijimos más, Alejo colgó el teléfono y aunque dejar de escucharle de pronto, tras un largo tiempo sin poder hablarle me rompió un poco el corazón, saber que era para poder reencontrarnos me devolvió el alma, Dios mío, le extrañaba tanto.
Laura le hizo saber a los hombres de mi padre que Alejo vendría y mi padre dio ordenes de ir por el al aeropuerto, no había más peligro, podríamos reencontrarnos en paz y con el apoyo de todos. <<Ojalá Margo estuviese aquí>>

Tome a Valentina en mis brazos, hizo un gesto de disgusto al ser interrumpida en su sueño y no pude evitar reír <<Tiene mucho carácter esta niña... me hará sufrir cuando sea una adolescente>> me permití fantasear un momento con la familia que seriamos en unos años, con Valentina corriendo por los pasillos de la casa que tendríamos, Alejo corriendo tras ella y yo viéndolos desde la cocina, imagine salidas al parque, primeros días de escuela, cumpleaños, navidades y cada una de esas fantasías alimentaba mi dolido corazón, me hacían ansiar el momento en el que al fin podría abrazar a Alejo, en el que él podría cargar a su hija <<falta menos>>

Esa misma tarde Laura, quien ahora parecía ser mi cuidadora y a quien agradecía profundamente por ello, me informo que Alejo ya había abordado el avión y su vuelo llegaría al día siguiente por la tarde noche, ambas nos recostamos una a cada lado de Valentina en la gran cama de mi habitación, recordando todo aquel caos por el que tuvimos que pasar.

CORRESPONDENCIA PARA UN CORAZÓN ROTOWhere stories live. Discover now