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19 de Junio


Si mis cálculos no me fallan, acababa de cumplir 8 meses de embarazo y mis nervios no podrían estar peor. Mi tiempo lo dedicaba a pensar en lo peor, me creaba escenarios en los que mi bebé tendría que nacer en España y correría el riesgo de ser descubierta por Emiliano.Agregado a eso estaban mis malditas hormonas que no dejaban de hacerme cambiar de humor, la pobre de Laura no pudo conmigo y decidió ignorarme cuando me ponía insoportable... no la culpo en absoluto.


Mis antojos eran lo peor, no podía conseguir NADA en esta maldita casa y temía que mi bebé me fuese a nacer con cara de donut.


- Vale, tu mamá se ha puesto loca otra vez, somos solo tu y yo nena - decía Laura en voz alta mientras yo esculcaba las gavetas de la alacena y ella se sentaba en la isla - pero espero recuerdes que yo le dije a tu tía Margo que trajera dulces, siento pena por ti Valentina, no sabes a que sabe el chocolate o la crema batida - lo estaba diciendo con una enorme y malévola sonrisa, haciéndome recordar aquellos dulces y desesperandome mas - ah pero que se le va a hacer no? Tu madre dijo "solo trae cosas que le hagan bien al bebé" - hizo una pobre imitación de mi - ahí lo tienes Vale, tu madre te ha hecho esto

- cierra la boca - gruñí pues tenía razón, la falta de golosinas en aquella casa era mi culpa y entonces sentí el dolor mas espantoso que en mi vida había sentido justo en mi espalda baja.


Laura notó que estaba pasando por mucho dolor, supongo que mi cara dejaba las cosas muy claras. Ella misma puso cara de susto y se bajó de la isla para pararse frente a mi sin saber que hacer... yo solo me incliné e intentaba respirar.


- ¡Ay Dios mio! No, No, No entres en pánico nena, es normal tener dolores a los 8 meses cariño, no te asustes... ¿Quieres agua? - hablaba muy rápido - ¿Agua si? No... el agua no sirve de nada, te duele no estas deshidratada - corrió al botiquín de primeros auxilios con una caja de pastillas - OK aun no puedes dar a luz, debe ser un cólico... siéntate... NO mejor respira, respira - era un caos y no pude evitar reírme - ¡¿De que demonios te ríes?!

- Dios mio - no podía dejar de reír - eres tan tonta


- Pues disculpa por preocuparme señora exagerada... Dios... algo muy malo hice en mi pasado para estar pagando esto - también comenzó a reír - es tarde Julia, deberías ir a dormir ya... necesitas descansar

- Tienes razón - el dolor desapareció y la Julia cuerda tomó el control - es mejor que suba antes de que tenga otro ataque de antojos

- Valentina va a nacer de malas por que no le han cumplido ningún antojo - ambas reímos mientras yo me disponía a subir las escaleras, mire el reloj de pared, eran las 10:18 pm


Desde el mes 7 de embarazo las actividades normales comenzaron a pesarme un poco más, ahora en el 8.º mes hasta sentarme era una verdadera tortura, no podía hacer nada y la pobre Laura se las tenía que apañar sola con la casa y además conmigo


<<Esta mujer se ha ganado el cielo... o al menos el perdón de sus pecados>>


No pude evitar reírme con mi pensamiento cuando repentinamente, a media escalera, el dolor me atacó de nuevo... y mi corazón comenzó a acelerarse, sentí una punzada terrible un dolor que iba creciendo como una ola que comenzaba en mi espalda y se expandía rodeándome las caderas hasta llegar a la zona inferior del abdomen... entré en pánico y comencé a gemir del dolor y respirar agitada.

CORRESPONDENCIA PARA UN CORAZÓN ROTOWhere stories live. Discover now