𝘔𝘪𝘨𝘢𝘫𝘢𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳.

~ 11~

Mis ojos se abrieron de par en par, se que no escuché mal, me incorpore deprisa mirándolo fijamente, su rostro estaba tranquilo su respiración igual, como es que puede decir cosas como esas con tanta facilidad, mientras yo soy un manojo de nervios.

—Hyung—

—No pretendo que tu sientas lo mismo, y se que debes preguntarte "¿Como puede decir eso teniendo a suran?" pero realmente me gustas—  se acercó lentamente tomando mis manos —y si no te gustó lo entenderé, solo sé sincero conmigo y yo lo seré contigo tambien—

Qué puedo decir, el me gusta pero tiene razón siempre me hago esa pregunta, no quiero ser el "roba novios" de la escuela, no quiero problemas. Pero realmente problemas ya los tengo, el problema que hay en mi corazón desde que empezó a mirarme de esa forma sus gatunos ojos desbordaba sinceridad.

—Nose Hyung, ¿No es esto malo?—

—¿Te gusto?, sería capaz de arriesgarme por ti Hoseok, tu solo dame el poder para hacerlo. —

Las oportunidades se aprovechan ¿No?  Si nos gustamos que hay de mal en eso, se que me quiere y yo lo quiero así que debo darle una oportunidad y no arrepentirme luego por no haberla tomado.

No respondí, simplemente actué. Sus labios eran adictivos de inmediato sentí que la adrenalina bombeaba por todo mi torrente sanguíneo, probé la dulzura de sus labios. Sin saber cómo me levanté y me senté en su regazo, sellándole la boca con mis labios ansiosos de reclamarlos como míos.

—Eres realmente suave— dijo leve entre el beso mientras sus manos acariciaban mi espalda con movimientos circulares.

El era un espero besando y yo suavemente me dejaba guiar, sus besos recorrían toda la extensión de mi boca abrió su boca dándole paso a su lengua quien buscaba sin duda explorar más profundamente. Por dentro temblaba, era una masa de necesidades desesperadas y voraces, y no cabe duda que el también se sentía de la misma manera, pude notar que se contuvo cuando sus manos intentaron tocar mi trasero.

Detuvimos el beso sintiendo que fue suficiente, sintiendo que ambos necesitábamos de una vez por todas el tan preciado oxígeno.

—¿Eso es un si? —

—Claro lo es, tonto—

Yoongi se aferró a mi guardandome en sus brazos. Y pude sentir por primera vez que amaba aquella calidez.

...

Al llegar a casa todo seguía normal aparentemente, todo normal menos las miradas que nos dábamos el uno al otro, buscando el momento en el cual ChanYeol no estuviera para seguir con las ronda de besos que tantos nos gustaban. Todo estaba escondido, nuestras ganas de tenernos, pero no importa sólo éramos él y yo.

Odiaba tener que ocultar mis ganas de estar con él, odiaba el hecho de tener que aguantarme las ganas de golpearlo cuando se besaba frente a mí con suran, odiaba verlo irse con ella y que no llegara a casa.  Odiaba muchas cosas. Pero más odiaba el hecho de que aún yo seguía allí, esperando el momento que volvíera a buscarme.

Los días habían pasado, días que se volvieron en largos meses. Me encontraba en la habitación terminando mis deberes escolares, realmente estaba concentrado, pronto entraríamos a los exámenes y quería sacar un buen puntaje en ellos, ser bueno en algo, eso quería. Pero unas reconocibles manos se posaron en mis ojos, haciéndome sonreír tontamente.

—Hyung, estoy ocupado —

—Tan ocupado como para despreciar a tu Hyung —

—si, igual como tú lo estás para mi siempre— susurré pero evidentemente también escuchó.

—Hey, Hey, que sucede amor— con agilidad me volteó quedándo frente a frente viendo sus hermosas facciones las cuales deseaba hace un tiempo tenerlas así de cerca.

—no me pasa nada—  volví a girarme quedando en mi antigua posición

—Ya hemos hablado de esto Hoseok, aún no encuentro el momento adecuado, sabes que es difícil romper una relación de años—

Sin responder tomé mis cosas con la intención de alejarme de allí, no quería tener la misma discusión, me pregunto si realmente ha pensado en decirle las cosas a suran. Lo miré con indiferencia y me acerqué a la puerta pero sus manos detuvieron mi andar.

—Perdoname ¿Si? No te quiero perder—  sus ojos se tornan llorosos y lentamente se arrodilló frente a mi.

—no hagas esto por favor— también me arrodillé  junto a él para tomar su rostro y llenarlo de besos — Está bien, esperaré —

Odio ser el "otro" y estar terriblemente enamorado de tí

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