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Cómo era habitual Hoseok se encontraba sentado en una de las tantas mesas solitarias de aquella gran biblioteca, sostenía un libro en sus manos y otros más lo rodeaban, estaba un poco estresado por los exámenes que se aproximaban, no entendía real...

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Cómo era habitual Hoseok se encontraba sentado en una de las tantas mesas solitarias de aquella gran biblioteca, sostenía un libro en sus manos y otros más lo rodeaban, estaba un poco estresado por los exámenes que se aproximaban, no entendía realmente lo que leía, pero se esforzaba para recolectar buena información y aprenderla.  Al menos confiaba aprobar todas las asignaturas

Al cabo de unas horas, el agotado pelirojo bebí un sorbo de su café, para luego alzar los brazos y encorvaba la espalda, haciendo el intento de sacar la extraña sensación de su cuerpo, como una insoportable carga difícil de deshacer. Constantes muecas arrugaba y encogía su nariz, abriendo repentinamente los ojos para cerrarlos al instante, como si alguien jugase a encender y apagar la luz, obligándolo a adaptar su agotada vista.

—¿Es tan malo el café? Lo vez siempre he dicho que no entiendo a los que son capaces de beber tanto café ¿No lo sientes amargo?—

Hoseok se sorprendió reaccionando al instante, no supo en que momento se sumergió tanto en sus pensamientos siendo incapaz de percibir que alguien se acercaba.

—¿Te parece bien si me siento aquí?—

—Si— dijo él limpiando su mesa viendo como su silencioso no invitado se sentaba justo frente a él, luciendo tan sonriente como siempre.

—Me alegra verte— dijo enseguida —pero tengo que admitir que también es algo muy inesperado—

Hoseok asintió, siendo incapaz de desviar la mirada de aquel rostro tan varonil, preguntándose si la vida no era bueno con él, pues sabía que no había cambiado nada desde la secundaria.

—Deja de mirarme de esa forma ¿Ya no somos amigos?— el castaño reía con su adorable sonrisa, una risa contagiosa que duró poco de cuatro segundos, antes de que los demás le obligaran a callar.

—Claro que somos amigos TaeHyung, solo estoy muy conmocionado, luces tan... Tan apuesto—

—Escuché que tú y YoonGi volvieron— dijo cambiando el tema, rogando para que Hoseok no fuera capaz de notar su repentino sonrojo —Seokjin no es tan bueno manteniendo secretos, dime ¿Te trata bien?—

—Mucho mejor que la primera vez, eso es seguro—

A TaeHyung le tomó unos segundos encontrar el coraje para hablar de un tema tan personal para Hoseok, pero tenía que hacerlo.  —Eso me hace sentir feliz, aunque no debería no me gustaría verte llorar como en aquél tiempo—

Hoseok hizo el intento por responder, pero instantáneamente reflexionó que no era apropiado hablar de eso, TaeHyung sintió la necesidad de saber el porqué de su regreso. Pero viendo sus acciones, prefirió olvidarlo y hablar de otras cosas.

𝘔𝘪𝘨𝘢𝘫𝘢𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora