-Mis sentimientos siempre estarán contigo, mi corazón siempre te agradecería por ayudarme en mi peor momento. Pero es hora de que cada quien siga su destino. Te pido disculpa por pensar en ti como algo más que amigos.-
su corazón se sentía deprimido...
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-¿Sucede algo Hoseok?-
su rostro me miraba con cierta incógnita, pero yo estaba molesto, estaba lleno de enojo porque no quería volver a ser usado, no quería que mi tonto corazón sufriera no más de nuevo. Aún así simplemente callé y continúe como si nada afectara a mi ser.
-¿Eh? No, nada simplemente tengo hambre ¿Quieres ayuda?-
Y antes de escuchar su respuesta bajé la foto de Suran para no volverla a ver y me dirigí a la cocina donde se encontraba Yoongi sirviendo lo que sería nuestra cena.
-No hace falta ayuda Hoseok-este sonrió mientras limpiaba sus manos y acunaba mi rostro -Ya no soy tan malo en la cocina y bueno hoy quiero que tú seas el atendido- sonrió nuevamente dejándome ver su peculiar sonrisa y finalizando con un pequeño beso en mis labios.
...
La cena estuvo de maravillas, aunque solo se tratara de un básico ramen, me hacía feliz. Me di cuenta que este era mi lugar, yo pertenecía a sus brazos.
-Bien, te traje porque quería mostrarte algo Hoseok- Yoongi se levantó de su lugar llevó los platos sucios a la cocina y al regresar me tomó de la mano para llevarme en dirección a su habitación.
-Yoongi ... Yoongi ¿Que planeas?- Estaba nervioso, si lo estaba también, pero igualmente estaba intrigado.
-Solo ven amor, se que esto te encantará tanto como a mi-
su departamento tenía dos habitaciones no muy grandes pero acogedoras entramos a la primera la cual le pertenecía.
-Cierra los ojos- me senté en la orilla de su cama y sin reprochar los cerré ansioso de qué me pidiera nuevamente abrirlos, mientras a mi alrededor escuchaba como habrían y removían cosas dejándome más en la incógnita.
-Yoongi Hyung, date prisa estoy ansioso y nervioso-
-Has silencio Hoseok-
Sentí el sonido del interruptor ser apagado y luego sus labios se apoderaron nuevamente de los míos con delicadeza
-abre tus ojos amor-
Lentamente obedecí e instantáneamente cubrí mi boca con mis manos en señal de sorpresa, mis ojos querían llorar ¿Que era todo esto? ¿Una broma? Lo intenté, intenté no llorar pero fué imposible no liberar la emoción que sentía en ese instante, porque estaba llorando pero esta vez eran lágrimas de felicidad.
-¿No te gusta?- Sus labios hicieron un puchero y pero me acerqué a él abrazándolo y dándole muchos besos - Entonces si te gusta-
