𝘔𝘪𝘨𝘢𝘫𝘢𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳.

~ 22~

Con todo el desespero del mundo tomé mis pertenencias y salí de la habitación de Yoongi para atender la llamada.

—¿Hola?— contesté con cierto temor porque sabía que no había tomado en cuenta el tiempo y todo se había salido de control.

—¿Que pasa contigo Hoseok?—

—Jackson Yo ...— estaba nervioso sintiendo mis manos temblar. —Se me ha ido el tiempo es un gran trabajo ya estoy camino a casa, sabes que el metro está teniendo retrasos últimamente—reí tímidamente en un banco intento de sonar creíble

—Vale, ahora dime la verdad, esa fué tu mentira ahora dime dónde demonios estás, me quieres ver la cara de estúpido todo el maldito tiempo—

Yoongi salió de la habitación viéndome con un rostro preocupado haciéndome señas para poder salir de la casa a lo que asentí  siguiéndole los pasos, mientras solo escuchaba los insultos de Jackson.

—Jackson ya estoy en camino a casa de papá yo...— mis palabras fueron interrumpidas por sus gritos.

—¡TE VIENES A MI CASA DE UNA MALDITA VEZ!— y sin tiempo de poder negarme sentí el tono que indicaba que la llamada había terminado, tragué saliva sintiendo un nudo en la garganta.

—Yoongi por favor déjame cerca de la casa de Jackson— con nerviosismo me subí en la moto esperando que este arrancara, pero no lo hizo, solo me miró con un rostro enojado esperando que le diera explicaciones. —Ya date prisa Yoongi.—

—¿Que vas a hacer en su casa?—

—Pues no lo sé Yoongi, ya date prisa—

Durante el camino no entablamos conversación ambos estábamos sumidos en nuestros pensamientos, pero yo sentía náuseas, sentía ganas de irme a un lugar donde nadie me conociera.

...

Bajé una cuadra antes de llegar y sin despedirme empecé a correr en dirección a la casa de Jackson, realmente me sentía mal. Sentía que era una persona mala porque estaba engañando a Jackson, y por otro lado me sentía mal porque no le estaba dando el valor suficiente a Yoongi, pero ahora tenía varias responsabilidades sobre mis hombros .

Al estar frente a la puerta respiré para calmar de a poco mi respiración. Con dificultad puse la clave de la puerta abriéndola instantáneamente, pero al entrar todas las luces se encontraban apagadas. Dejándome un poco confundido, subí las escaleras en dirección a las habitaciones pero todo se encontraba en silencio y no ayudaba el que la casa fuera grande.
Entré a su habitación y encendí la luz para buscarlo y efectivamente se encontraba acostado en la mitad de la cama mirándome con una cara que denotaba enojo sus labios se encontraban rectos, sus ojos oscuros me miraban fijamente mientras fruncía de igual manera su entrecejo.

—Lindas horas de llegar ¿No amor?—

—Jackson perdón, pero ya te dije que tenía el día ocupado estaba con mis compañeros estamos a cierre de...— nuevamente fuí interrumpido .

—Hoseok se honesto conmigo, necesitas mejores compañeros los cuales puedan mentir igual de bien que tú.—

—¿Eh?—

Jackson se levantó de la cama, dejándome ver su cuerpo; estaba completamente desnudo a lo que por vergüenza tapé mis ojos y giré mi cuerpo para otro lado. Parecerá incierto pero aún no había tenido el valor de estar con él sin sentirme asqueado, por lo que siempre inventaba una excusa para salir de apuros.

—Así como escuchaste, la próxima vez que vayas a verte con quién sabe quién, procura que ellos mientan con la misma intensidad que lo haces tu—
Y sin prevenirlo sentí sus manos en mi cintura y sus labios en mi cuello

—Compensa cada una de las cosas que hiciste hoy a mis espaldas— susurró con voz ronca mientras besaba la zona.

—Jackson espera, detente por favor—  Me alejé un poco viendo cómo se hacercaba a mi y me tomaba del brazo para dirigirme en la cama dónde terminé acostado con mi respiración agitada. —¡YA DIJE QUE NO!— grité tan fuerte que me sorprendí de mi mismo, porque estaba cansado, porque estaba agotado mentalmente y sobre todo estaba frustrado de tener que vivir una vida que comenzaba a detestar más que nunca .

—Malditasea Hoseok, sabes que nuestro matrimonio es más importante para la economía de tus padres que para mí ¿Sabes eso?—

Estaba llorando porque no quería sentirme débil, me había vuelto a sentir vivo las horas que estuve con YoonGi, y justo ahora me estaban arrebatando todo

—Si, lo sé. Pero no me importa nada, no me importan ellos y mucho menos me importas tú. Estoy cansado de tus malditos maltratos, estoy arto de mis padres y sobre todo de ti.—

Me levanté de aquella cama en dirección a la puerta, estaba cometiendo un gran error y lo sabía, también sabía que mis padres jamás me perdonaría esto. Pero... ¿Cuando les he importado? Es una pregunta a la cual tiene una sola respuesta ¡Nunca!
bajé las escaleras intentando salir del lugar, pero sus manos se posaron en mis ropas a lo que instintivamente saque mi brazo estampando un golpe en su rostro. Y sin ver hacía atrás salí corriendo de aquella casa, sin saber exactamente hacía donde se dirigían mis pasos. Llegar a casa era sinónimo de volver a mi perdición.

Así que sin rumbo comencé a caminar sintiéndome de una vez por todas libre, sintiendome de una vez por todas a gusto conmigo mismo. Las consecuencias vendrían, pero las esperaré con mi mejor cara.

Porque ahora confiaba en mí.

⭐