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El teléfono móvil de Hoseok seguía sonando, debido a las constantes llamadas que estaba empezando a recibir, pero ninguna era la que quería responder. Había tomado una decisión abrupta, pero al final su decisión. Sabía que el mundo literalmente vendría sobre él, después de todo nadie se lo imaginaría, incluso le pareció increíble saber que había tenido el coraje de enfrentar a su prometido, había tenido el coraje de enfrentar el destino que una vez le fué impuesto sin su autorización.

Después de su rápida huida Hoseok se encontraba caminando a paso lento mientras llegaba a ese parque que había detectado a la lejanía, estaba seguro  de no haberlo visto antes. Pero bueno; no es que saliera mucho y cuando lo hacía era en compañía de Jackson y solo a lugares de alto prestigio siendo el fiel acompañante que solo se digna a  sonreír con encanto.

Pero ahora se encontraba en un pacífico parque urbano el cuál se hallaba en medio de un pequeño vecindario. Su vista se posó en los juegos de niños, y se imaginó allí disfrutando su niñez, mientras jugaba con más niños acorde a su edad, pero muy a diferencia de su realidad su niñez se basó en cuatro paredes y un pequeño patio trasero en el cuál solo había un creciente árbol de naranjas que él mismo había plantado.

Hoseok sacudió su cabeza mientras caminaba y disipaba aquellos recuerdos, era momento de hacer un cambio. Aunque no sabía por dónde empezar. Caminó hasta llegar a la zona donde se encontraban los columpios, acomodándose en uno de los mismos empezando a mecerse con suavidad. «Es divertido. ¿Por qué no lo hice antes?» pensó Hoseok, mientras veía como lentamente sus pies se iban elevando a medida que se mecía con más fuerza. Había funcionado, su mente ahora solo pensaba en lo feliz que estaba siendo en ese instante, sintiendo como la brisa de la tenue noche hacía mover con delicadeza sus suaves cabellos rojizos, mientras sus ojos eran cerrados imaginándose en un lugar completamente diferente y alejado de la realidad, su sonrisa tranquila y feliz se empezó a escuchar en el lugar, pero poco le importaba ser reprendido por los vecinos de alrededor por su risa. Ahora era su momento.

—¿Es lo más alto que puedes llegar?—

Hoseok se detuvo con brusquedad por el susto de aquella voz tan reconocida, haciéndolo casi caerse al suelo¿En qué momento había llegado?

—Y... Yoongi Hyung ¿Que haces aquí?—

—Esa misma pregunta me hago yo, a decir verdad pensé que irías a tu casa y bueno que puedo decir, el destino no siempre es predecible — comentó Yoongi quien aún seguía balanceándose en el columpio de al lado.

—¿Que quieres decir Hyung?—

—No lo tomes a mal— Yoongi empezó a detenerse hasta quedar simplemente sentado en el columpio igual que Hoseok. —pero no pude irme luego de ver cómo te encontrabas después de esa llamada, quería estar alerta por si algo pasaba— sonrió el azabache mientras miraba fijamente los orbes del pelirrojo— estaba preocupado, así que bueno te vi salir de allí casi al borde de las lágrimas y supuse que querías un tiempo a solas ¿No es así? — Yoongi sonrió mostrando su peculiar sonrisa —En conclusión, te he estado cuidando a la distancia— concluyó Yoongi volviendo a meserse, esta vez un poco más lento para poder escuchar con claridad la respuesta que el contrario le daría.

—¿No querrás decir que me estabas acosando?— Hoseok se carcajeó por el rostro serio que puso su Hyung ante su respuesta.

—¡NO!— el pálido lo miró serio con un rostro de molestia fingida —Si lo dices así suena como si verdaderamente te hubiera acosado, tonto —sonrio nuevamente —Te estaba protegiendo a la distancia y punto.— ambos sonrieron mientras continuaban meciendose nuevamente a la par.

Luego de varios minutos los dos chicos se encontraban acostados en la fina grama del lugar mirando hacia el cielo observando las estrellas que a la vista se encontraban, mientras resolvían dudas.

—Entonces por eso he decidido no regresar a casa Hyung, Y esta vez no quiero hacerlo más, prefiero morir en la deriva que volver a ese lugar— Hoseok había decidido contarle lo ocurrido a su Hyung, después de todo el ocupaba un lugar importante en su vida.

—Ahora es malo, y aunque no lo creas lo entiendo cariño— un beso por parte de Yoongi fué dejado en los castos labios de hoseok —Pero no te preocupes cielo, me tienes a mi—

—Eso es lo que más me preocupa Hyung— hizo una pausa — No quiero depender Emocionalmente de alguien nuevamente.— Hoseok lo miró centrándose en sus felinos ojos —Y cuando digo eso me refiero a tí Yoongi, desde que te conocí mis emociones dependían de ti. Si tú querías estar conmigo entonces yo era felíz, pero cuando decidias estar con ella yo. Yo... Yo era inútil. Pero sobre todo me sentí muerto e incompleto cuando te alejaste completamente de mi.—

Hoseok hablaba serenamente, pero en su interior tenía una lluvia de sentimientos, y el nudo en su garganta no ayudaba porque las ganas de llorar estaban allí, pero no lo haría, no quería ser el que siempre lloraba

—Yo lo siento Hobi— Yoongi acunó el bello rostro del menor llenandolo de incontables besos, hasta terminar abrazados el uno al otro —Si me das está oportunidad prometo hacerlo mejor —


...

—Buenos días Hyung— Yoongi abría los ojos con dificultad, tratando de ver nitidamente a Hoseok, con su mano limpió sus ojos para así quitar cualquier rastro  de sueño. —Cuidado, la sopa de algas está un poco caliente—

Tras escuchar lo último Yoongi abrió completamente los ojos y haciendo una "O" con su boca —Yo no estoy de cumpleaños hobi, ¿Es un día especial?— acotó mientras se sentaba en la cama a recibir gustosamente lo que su menor le había hecho.

—No tontito— Hoseok se sentó en la cama plantando un beso en los labios del azabache.— pero quería hacer algo rico por ayudarme, ya eres especial.—

Y si, después de aquella velada, Yoongi le había hecho la propuesta de vivir nuevamente con él, esta vez sin terceros que estropearan su aura de “Amor” . Propuesta a la que Hoseok le fué difícil rechazar, no solo por las condiciones en la que se encontraba, la razón principal era tenerlo cerca.

—Gracias Cariño—

—no es nada, no soy tan bueno en la cocina como tu— comentó pellizcando con ternura la nariz de Yoongi —Ahora date prisa, que debes ir a trabajar y yo también necesito salir.—

El mayor quien bebía a gusto de su sopa se detuvo mirándolo con un rostro serio y preocupado —¿A dónde vas?— fué lo único que pudo pronunciar.

—Iré a la biblioteca estoy por empezar los exámenes y quiero prepararme un poco—

—uff— Yoongi exhaló eliminando el dióxido de carbono de sus pulmones —Pensé que me dejarías cariño—

—Por supuesto que no Hyung— Hoseok se acercó para retirarle los platos vacíos y darle un beso en el proceso — Es más probable que tú me dejes antes de que yo te deje a ti— y sin más se alejó en dirección a la cocina dejando a un Yoongi confundido.



𝘔𝘪𝘨𝘢𝘫𝘢𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳. حيث تعيش القصص. اكتشف الآن