Capitulo VII

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"Cuando crees que conoces todas las respuestas, llega el Universo y te cambia todas las preguntas".- Albert Espinosa.


Todos observaban al joven líder del clan Jin caminar de un lado a otro, tenía el ceño fruncido en un claro gesto de molestia y frustración, apretaba con fuerza sus manos tratando de contener el enojo que le recorría. Nadie podía culparle de ello, enterarse de que su difunto tío tenía un hijo, uno que mantuvo en secreto durante tantos años no era fácil de digerir, mucho menos lo que ese chico representaba para el clan, para los ancianos y para el mismo.

– Jin Ling – lo llamo Jiang Cheng – Cálmate, harás un ollo en el suelo si continuas así – le sugirió al verlo tan contrariado.

– ¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! – respondió bruscamente sin importarle la forma en como él contestaba a su tío.

– ¡Mide tus palabras! – le respondió alzándole la voz – ¡Soy tu tío!, ¡¿acaso lo olvidas?!

Jin Ling al escucharle gritar bajo la cabeza, apenado por la forma en como le había respondido.

– Yo... Lo siento.

– ¡Tu...!

– A–Cheng – hablo Xichen colocando su mano sobre su hombro – compréndelo, el joven maestro Jin esta contrariado por lo sucedido – tratando de sonar comprensivo – nadie de nosotros imagino que Meng Yao... – soltando un suspiro – que tuviera un hijo.

Jiang Cheng le regreso a ver a de reojo. Aun cuando el rostro del primer Jade mostraba aquella usual sonrisa, podía notar que el alfa se encontraba en la misma situación que su sobrino, aunque las razones de ambos eran distintas. Su sobrino temía sobre su futuro y Xichen aun lidiaba con las culpas que aquel beta dejo sobre sus hombros al morir, descubrir que este último tenía un hijo... Era otra carga más con la que tendría que lidiar.

El omega simplemente chasqueo la lengua ante sus propios pensamientos, sabiendo que el alfa aun cuando le profesaba sus sentimientos, aún tenía en mente a ese beta que le rompió el corazón y el simple hecho de saberlo lo colmaba de sensaciones no muy gratas.

– ¿A–Cheng? – Lo llamo Xichen sacándolo de sus pensamientos – ¿Estas bien? – pregunto al notar un sutil cambio en el aroma del Omega.

– Lo estoy – le respondió secamente sin regresa a verle.

– A–Cheng – susurro notando como el humor del omega había cambiado drásticamente.

Wei ying al notar aquello solo pudo soltar una ligera risa.

– Hermano Mayor no te preocupes, simplemente que alguien está bebiendo de una jarra muy grande de vinagre y no sabe cómo controlarlo – hablo llevando la palma de su mano hacia su boca para reprimir su risa.

– ¡¿Quién carajos esta celoso?! – le grito con clara molestia, haciendo con ello que su hermano se escondiera tras la espalda de su alfa.

– Wow, ¿Entonces lo estás? – Pregunto de forma inocente – Nunca se me paso por la cabeza que lo estuvieras, yo solo mencione que alguien estaba viviendo vinagre pero, me sorprende que lo estés ya que, asumí que era tu usual mal humor y no una escena de celos – dedicándole una sonrisa maliciosa.

– ¡Tu...! – comenzando a temblar por la vergüenza y el enojo – Tal parece que quieres morir, ¿verdad? – Zidian comenzó a brillar en su dedo.

– No gracias, ya lo hice una vez y no fue agradable.

– ¡Te voy a matar!

Ambos comenzaron a discutir.

Lazos de Sangre |Completo|En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora