Capitulo VIII

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"No hay secreto que el tiempo no revele".– Jean–Baptiste Racine

Los ojos de Lan Xichen se ampliaron completamente cuando diviso la figura de su tío acercarse. Verlo en Torre Koi resultaba una enorme sorpresa, sobre todo porque nunca le indico que arribaría al lugar un día después de la fiesta del líder del clan Jin. Y aunque la sorpresa inicial lo dejo un tanto desconcertado, las razones del por qué había ido no le eran ajenas, sabía perfectamente del porqué de su visita pero, siempre espero que su tío al menos considerara la opción de esperarlos en Gusu para tratar el tema que dejaron sin concluir.

– Xichen – hablo Qiren deteniéndose frente a su sobrino.

– Tío – haciendo una reverencia a modo de saludo – no esperaba su llegada, ¿acaso sucedió algo de lo que no estamos enterados? – pregunto solo por cortesía, ya que sabía perfectamente la razón de su llegada.

– Sabes que mi presencia aquí no significa que allá ocurrido algo en Gusu Lan – le aseguro su tío, quien tomo asiento frente al lugar que ocupaba Xichen antes de levantarse.

– Entiendo – respondió sin ánimos y volvió a tomar asiento, ofreciéndole un poco del té que actualmente estaba tomando a lo que su tío negó con un ademan de su mano.

– Debo suponer que entiendes el por qué estoy aquí.

– Estoy consciente.

– Si es así, debes saber que este tema debe concluirse lo antes posible, el consejo de ancianos de nuestro clan está de acuerdo con ello pero, tu hermano se sigue negando a acatar las reglas.

Xichen suspiro profundamente, llevando su mano hacia su rostro para masajear ligeramente el puente de su nariz, por lo incómodo y estresante que ese problema resultaba para él, sobre todo para su hermano menor.

Estaba consciente de las razones del por qué los ancianos y su tío lo propusieron después de todo, estaba en las reglas, donde indicaba que si después de un periodo de cinco años, el omega enlazado a un maestro de la línea principal del clan Lan no era capaz de engendrar un descendiente, el alfa en cuestión estaba obligado a desposar a un segundo omega, todo con el fin de procrear a un heredero que perpetúe el legado de los Lan.

Pero, eso solo se volvía obligación si el alfa no tuviera más parientes de la familia principal, cuyos hijos podrían ser tomados en cuenta a futuro para que uno de ellos tomara el liderazgo del clan.

Por lo cual, no entendía por qué su tío y los ancianos estaban aferrados a que su hermano desposara a otro omega y tuviera descendencia. Era cierto que después de tantos años como el líder del clan, no había desposado a ningún omega con el cual pudiera concebir a su futuro hijo y heredero pero, actualmente estaba cortejando a Jiang Cheng y esperaba que él fuera la persona con quien pudiera comenzar una familia.

Por lo que, solo había una sola razón para que estuvieran aferrados a ese matrimonio y ese sin duda, era el mismo Wei Wuxian. Conocía perfectamente las opiniones que los ancianos y su tío Qiren le profesaban al omega. Durante años permanecieron en silencio, tragándose sus protestas y reclamos ya que sabían que Lan Wangji nunca repudiaría a su actual pareja pero, al ver que después de tanto tiempo de matrimonio no habían concebido ningún cachorro, encontraron la excusa perfecta para que su hermano desposara a otro omega, usando las reglas de su clan como motor de la solicitud, una a la que hasta ahora su hermano se ha negado rotundamente y cuya opinión compartía.

– Mi hermano ha dejado muy claro que no pretende desposar a otro omega – declaro Xichen tomando un sorbo de si te.

– Debe hacerlo – respondió Qiren – las reglas son claras, han pasado cinco años y ese omega no ha podido darle a Wangji un solo hijo.

Lazos de Sangre |Completo|En Edición|Where stories live. Discover now