Capitulo XVI

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"La mayor parte de los problemas del mundo se deben a la gente que quiere ser importante".–  T. S. Elio


Con cuidado su cabello era recogido por las hábiles manos de la dama encargada por los ancianos para ello. Una parte del mismo fue sujeta con un pequeño lazo color dorado mientras la otra parte quedo suelta, dejando de lado su habitual cola de caballo por una media coleta, siendo adornada por algunos conjuntos y joyas propias del clan Jin.

Aun no lograba comprender por qué motivo los ancianos dieron la orden de vestirlo y peinarlo con mayor esmero que de costumbre, cambiando su usual peinado, los objetos que portaba incluso su ropa no sería el traje tradicional del clan Jin sino, un traje amarillo con bordados rojos con flores blancas que llegaban hasta sus manos y piernas, con el color verde agua en las orillas y la peonia, símbolo de su clan bordado en el centro del mismo.

Era un traje hermoso, eso no podía discutirlo pero, no comprendía el motivo de usarlo en la fiesta, ni siquiera en su cumpleaños lo obligaron a portar otra ropa que no fuera la túnica usual de su clan. Todo aquello le causaba un mal presentimiento respecto a lo que pasaría en la misma.

Desde que Li Wang había llegado al clan Jin, los ancianos le habían hecho la vida imposible, susurrando a sus espaldas, enviando al alfa a visitas diplomáticas en las que él como líder debía ir, exigiéndole más en los entrenamientos que a los demás discípulos –argumentando que como líder debía ser más exigente con él mismo–, poniendo obstáculos en cada decisión que tomaba respecto al crecimiento del clan, sugiriendo de forma maliciosa cada que tenían reuniones con algún líder de como su clan siempre fue liderado por alfas y que, actualmente tenían a uno que era un prodigio y que seguramente sería un gran líder si se le daba la oportunidad.

Todas aquellas situaciones le hacían sentirse impotente y frustrado, ya que por mucho que deseara hacer algún cambio acerca del consejo y eliminar ciertas facultades del mismo para ya no tener que depender de ellos, no podría por el simple hecho de que era un omega y por decreto del clan Jin –uno elaborado hace muchas generaciones atrás–, solo un líder alfa puede revocar las facultades del consejo, un omega no tenía ese poder por culpa del único que lidero el clan y dejo una muy mala imagen para los siguientes.

Por ello solo podía acatar las órdenes del consejo, aunque anteriormente no lo hacía ya que era el único descendiente que quedaba de la familia principal por ende, podía decidir algunas cosas e ignorar otras más pero, con Li Wang en el medio, debía ser cuidadoso con lo que hacía y no darle motivos al consejo para relevarlo de su cargo, uno que solo tenía gracias a que era el nieto legítimo de Jin Guangshan.

Tras escuchar como la joven encargada de su aspecto le indico que habían terminado, soltó un largo suspiro y alejo aquellos malos pensamientos. No tenía caso seguir con los mismos, debía concentrarse en la fiesta y estar preparado con lo que sea que los ancianos harían en ella.

Se levantó de su asiento y camino hacia donde estaba el enorme espejo, admirando con asombro su reflejo, sonrojándose suavemente al ver la apariencia que tenía en ese momento.

– Sin duda heredo la belleza y gracia de Madame Jiang – dijo la mujer, sonriendo suavemente al ver su trabajo terminado – aunque el porte sin duda es de su padre.

Jin Ling se sonrojo furiosamente al escuchar el alago de la mujer mayor, sonriendo ligeramente por el mismo.

"¿Qué pensará Sizhui cuando me vea vestido así?" se preguntó mientras seguía admirándose en el espejo "Quizás... ¿Comience a notarme?"

Lazos de Sangre |Completo|En Edición|Where stories live. Discover now