Capitulo XXXVI

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"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños".– Eleanor Roosevelt


Lentamente sus ojos se fueron abriendo.

Lo primero que percibió fue un extraño aroma a hiervas que inundo de golpe sus fosas nasales, a lo lejos podía escuchar algunas voces que no lograba reconocer claramente. Su mente se encontraba confundida, no sabía dónde estaba ni el cómo había llegado ahí en primer lugar.

Su último recuerdo era estar en brazos de Jin Ling, murmurar unas cuantas palabras y tras eso... Todo se había vuelto negro.

Conforme su vista se aclaraba, los recuerdos comenzaron a inundar su mente. El secuestro de Wei Wuxian, la vieja mansión, la emboscada, el pasadizo y... Su madre.

Los recuerdos de lo sucedido llegaron de pronto, logrando que intentara reincorporarse pero, un fuerte dolor en su costado hizo que lanzara un gemido por el mismo y cayera nuevamente sobre la cama.

"Mi madre... Ella trato de..."

La forma en como lo controlo en ese lugar, la orden de matar a Jin Ling.

"Ella realmente..."

– Li... Despertaste.

Al escuchar una voz familiar, giro su cabeza y enfoco el rostro de Lan Jingyi, quien le sonreía suavemente.

– Amigo, sí que nos preocupaste, verte entrar en brazos del líder Jiang sí que fue una sorpresa.

Li dirigió su rostro hacia el dueño de aquella voz, reconociendo a Ouyang Zizhen.

– Lo... Lamento – les respondió.

– No te preocupes, estamos felices de que por fin despertaras – agrego Zizhen.

El joven alfa cerró con fuerza sus ojos y se llevó una mano a su cabeza, sintiendo como las voces de sus compañeros comenzaban a resonar dentro de ella, mareándolo un poco por la vibración de las mismas.

– Vamos, déjenlo descansar – hablo la sanadora – aún está convaleciente y necesita reposo.

Li Wang abrió sus ojos y la regreso a ver.

– ¿Dónde estoy? – le pregunto.

– Son los aposentos que el clan Lan te designo para que descansaras – le respondió – aun estas recuperándote de la herida en tu costado, aunque la misma está completamente cerrada, deberías tratar de no moverte tanto al menos en los próximos dos días.

Li Wang suspiro y asintió con su cabeza.

– Sí llegas a sentir algo inusual no dudes en llamarme – le aseguro – volveré más tarde para revisarte.

La joven sanadora se despide de los tres y abandona la habitación.

Una vez se quedaron solos, tanto Jingyi como Zizhen volvieron a acercarse a la cama y retomaron la conversación.

– ¿Seguro que estas bien? – le pregunto Zizhen, usando un tono de voz un poco más bajo.

Li Wang asintió.

– Aunque... Me preocupan el maestro Sizhui y Jin Ling, ellos... ¿Están bien?

Jingyi bajo un poco la cabeza y sonrió tristemente.

– No te preocupes, Sizhui es fuerte – le respondió – la herida en su hombro aunque fue algo profunda no representa ningún peligro para su vida, solo necesitara algunos días para recuperarse de la mismas así de los golpe y contusiones que tuvo durante la lucha.

Lazos de Sangre |Completo|En Edición|Where stories live. Discover now