Neptuno 26 | Caché

Colombo

—

Sentir el abrazo que Daniela me ofrecía mientras dormía me parecía de todos uno de mis favoritos; después de la plática que tuvimos por la noche en la que nuestra relación se renovaba con lo aprendido y vivido hasta ese momento me prometí y le prometí que desde ese momento me iba a dedicar solo a ella, sin tener ojos para nadie más.

La amaba y no me quedé callada, quería decírselo, demostrárselo y vivirlo todos los días que me restaban de vida.

Sus ojos se abrieron medianamente como evaluando que siguiera ahí con ella, al verme sonrió y sonreí.

—¡Buenos días, Te amo! —le dije cuando volvió a cerrar los ojos mientras reafirmaba su abrazo sobre mi abdomen.

—Hola, mi amor —adormilada respondió girándose en mi dirección para subir una de sus piernas sobre las mías.

—¿Descansaste? —le pregunté sintiendo el movimiento que ejercía su cabeza de arriba abajo, —¿Tienes hambre?

—¿Vas a preparar el desayuno? —cuestionó con cierta burla en sus palabras.

—Probablemente te haría el desayuno si estuviéramos en casa, y si supiera cocinar —rió ocultando su cabeza en mi cuello, —Podemos pedir que lo suban.

—Esta bien, pídelo —ordeno alejándose de mi para ponerse de pie e ir en dirección al baño.

-

Desayunamos dentro de la habitación, habíamos quedado en comenzar a adecuar nuestra nueva casa para poder empezar a habitarla, debíamos ir de compras.

La puerta se escuchó dejando pasar a Valentina, con quién platicamos un largo rato sobre la noche anterior, también preguntó por nuestro hogar y entusiasmada se ofreció a ir de compras con nosotras.

—Antes de eso... —interrumpí la charla sujetando la mano de Daniela, estábamos en el pequeño comedor que comprendía la terraza, cerca de la alberca a unos pasos de mi habitación, —Quisiera ir a ver a Laura —arrojé dudando por la reacción que mi novia tendría.

—¿En qué hospital está? —preguntó levantando una de sus cejas.

—Frente a dónde te llevaron a ti —le informé mirando asentir una vez más, —Aunque debería preguntar primero a Lucía porque no sé si sigan ahí.

—Bueno, pues llámale —mencionó bebiendo del jugo de manzana que teníamos sobre la mesa.

Convencida por su respuesta enlacé una llamada con la hermana de Laura dudando de levantarme de la mesa, igual no hablaría de nada malo con Lucía.

Lu Villa me había dicho que seguían en el hospital, pero probablemente salían durante la tarde, Laura estaba rejega con quedarse internada ya que tenía que viajar de nuevo a Mérida a terminar la película.

Rodando los ojos le pedí que me la pasara para cruzar algunas palabras con ella.

Que no había sentido que lo que pasó.

Que estaba cuidando su figura y por eso mantenía esa dieta tan estricta.

Que tendría problemas con su equipo de trabajo...

Y no sé cuántas cosas más porque la comencé a ignorar al ver a Valentina levantarse de su lugar y entrar a la residencia por la puerta del bar.

—¿A dónde va? —dije para Daniela.

—Su mamá llegó y quiere que baje —oírla decir eso provocó que también me pusiera de pie y terminara la llamada sin importar que aún Laura siguiera hablando.