Capítulo 2

11.4K 1.1K 278
                                    

Esto me resulta extraño, acostumbrarme de nuevo a un cuerpo parece imposible.

Soy más grande de lo que era la última vez que estuve viva, tener dos alas en la espalda me resulta extraño de nuevo, pues hace tanto no sentía su peso sobre mí que pensé no volvería a sentirlo.

Todo se ha acomodado en mi mente, mis dos vidas parecen haberse unido, y es como si Alaia nunca hubiera dejado de existir mientras Lía vivía. Así es como veo todo, una sola vida.

—¿Qué hacemos aquí? — pregunto en voz baja.

—Nos van a dar un título — susurra Nuriel.

—¿Título?

—Sí.

No hago mas preguntas, supongo que ahora que me lo ha dicho sé tanto como él.

—Ariel — nombra mi padre al primero de los cinco ángeles. Éste da un paso al frente y hace una reverencia —. Nuestro nuevo arcángel más joven — le miro discreta y veo la emoción en su rostro que me hace sonreír.

—Gracias, padre.

—Jofiel — menciona ahora mi padre, y el ángel que tengo al lado izquierdo avanza —. Sabes la responsabilidad que es llegar hasta aquí, no nos defraudes.

—Jamás, padre.

—Aniel — llama al tercero —, tomarás el lugar de Sariel.

—Gracias, papá.

—Nuriel — menciona con voz un poco más tierna, y el ángel de mi lado avanza muy emocionado —, para ti he decidido tomes el puesto que Remiel tenía.

—Así será. Gracias, papá.

Yahvé me mira un momento, hacemos contacto visual y me sonríe antes de hablar.

—Antes de seguir, me gustaría que contestaras algo.

—Claro — acepto.

—¿Cuál es tu nombre?

Me detengo a pensarlo un momento, pues será oficial una vez que lo pronuncie frente a él.

—Lía.

—Bien, Lía — acepta concretando mi nombre —, tomarás el lugar que fue de Uriel, como reconocimiento a tu gran valentía en su contra y tu victoria.

Quiero decir que la victoria no fue mía, sino en gran parte de Luzbel, aunque realmente ha sido victoria de todos los que hicimos lo posible por vencerle.

—Así será — acepto —, aunque quiero que se reconozca a todos por esa victoria. En especial a Luzbel.

—Él será reconocido de otra manera — contesta papá, haciendo que Luz desvíe la mirada de mí —. Arriba, Luzbel — pide, pues está sentado junto a él.

Sin entender lo que ocurre, obedece se pone de pie sin saber muy bien qué hacer, y acaba por pararse a unos metros frente a papá.

—Cuando te di un título jamás especifiqué nada como lo querías. Un día me dijiste que lo que te había dado era mucho más de lo que habías deseado y de lo que habrías pedido, pues creé un segundo trono para ti. Lo hice por tu compromiso con todo, por tu lealtad ante mí y lo que te rodea. Pero realmente te has pasado todo este tiempo sin ser nada en específico, y aunque te has equivocado, nunca te has desviado del camino, aún cuando eres el que tiene más poder para hacerlo.

—Te soy leal, padre — contesta Luzbel.

—Siempre he sabido tu sueño — continúa, lo que me deja pensando en cuál es ese sueño del que habla —, serás el arcángel mayor, y conservarás tu puesto junto a mí — veo al otro arcángel rodar los ojos y tensar ligeramente la mandíbula, pues recuerdo perfectamente que él tenía el puesto más alto de todos los arcángeles.

Edén Where stories live. Discover now