Capítulo 31

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Vuelvo a tomar la bola de papel y la aviento ligeramente hacia arriba en dirección a Angelus.

Éste la detiene en el aire y la regresa a mí.

Oigo que la puerta se abre y giro ligeramente la cabeza para encontrarme con Luzbel.

—¿Cómo están? — pregunta descolgando la espada de su cintura y dejándola sobre un baúl de madera frente a la cama.

—Bien — respondo por ambos y Luz se sienta en la orilla de la cama.

—Siento haber tardado, tuve que hacer algunas cosas — explica sin dar detalles, y siento ligeramente que volvemos a lo del inicio.

—Bueno — acepto sin entrometerme en sus cosas —, estaba pensando...

—Dime.

—Tal vez podríamos ir un rato a la tierra — propongo —, tiene algo de tiempo que no vamos, además, les prometí llevar a menudo a Angelus.

—Claro, es buena idea — acepta Luzbel sin la menor señal de aberración y vuelve a ponerse de pie —, comienza a atardecer en la tierra, posiblemente sería buena idea ir de una vez. Si quieres podríamos quedarnos a pasar la noche, o si así lo deseas, podríamos quedarnos un par de días.

—Puede ser — lo pienso sin decidir realmente alguna de las dos opciones, pero me paro y tomo a Angelus de la cama para salir de una vez.

—¿Crees que Kate quiera ir? — pregunta mientras salimos del lugar.

—No lo sé, podríamos preguntarle.

—Rafael estaba abajo, podemos proponérselo y que lo decida con ella, después de todo creo que sería conveniente que la acompañase.

—Claramente.

Desde ahora, y por lo menos hasta que Kate deje de ser una humana, supongo que Rafael le tendrá que llevar a cualquier lugar que quiera, además tarde o temprano tendrá que volver a casa para hablar con su madre, pues no le creo capaz de irse sin avisar.

Cuando estamos terminando de bajar, veo a Rafael caminando sin rumbo y con los brazos detrás de la espalda.

—Rafael — llama Luzbel y el arcángel se acerca a nosotros —, iremos a la tierra, tal vez Kate quiera ir también...

—Lo hablaré con ella — acepta mirando en dirección al salón, por lo que Luz y yo terminamos volteando.

Veo a Gabriel y Miguel caminando a dicho lugar, escoltando a alguien.

Aunque no puedo entenderlo, Azazel está aquí, y va directo a hablar con papá.

—¿Qué está haciendo aquí? — Luzbel me gana en preguntar.

—No lo sé — admite Rafael —, nadie lo sabe. Lo único que tengo entendido es que ha venido con papá a hablar de algo.

—¿Crees que deba quedarme?

—No — niega rápidamente —, por lo que veo no es nada grave, posiblemente sólo vine a contarle a papá de viva voz lo que sabes. Quien sabe, no creo que sea algo de importancia, de igual forma te avisaré si estoy equivocado.

—De acuerdo, hazlo si es necesario, nos veremos pronto.

—¿Te quedarás?

—Tal vez un par de días, volveremos pronto.

Y luego de quedarnos un momento más, continuamos el camino hasta salir del palacio.

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