Capítulo 5

9.6K 981 181
                                    

—Bien, tenemos que volver, vamos por Angelus y buscamos al resto.

—¿Crees que sea tan fácil encontrarlos? — pregunta Luzbel bastante dudoso.

—Bueno, Angelus es inteligente, seguro entenderá que queremos buscar a los otros y nos llevará a ellos, ¿no crees?

—Hmm... bueno, no pongo en duda que sea inteligente y pueda entendernos, pero estoy seguro que él ni siquiera sabe de su puesto, probablemente ni siquiera sepa que hay más como él, ademas, ha estado viviendo con humanos todos estos meses, tal vez sea como tú lo dijiste, y no sepa que realmente no es un humano. Eso nos dejaría con que no. No va a ser fácil. Nos va a costar bastante tiempo hacer que logre conectarse o comunicarse con el resto.

—Joder — me quejo, pues no había pensado plenamente en eso —, bien, no es tan importante encontrar al resto ya, podemos tomarnos un poco de tiempo con ello, lo único importante es tener a Angelus y cuidarlo de Uriel.

—Sí, pero, no sabemos dónde está el resto, Uriel podría ocuparlos de alguna forma.

—No lo creo, como te lo dije, Uriel quiere a Angelus. Angelus es primordial para cualquier movimiento que desee hacer con el resto. Esos niños no van a dejarse gobernar por Uriel, menos porque no le han visto. Angelus es así con nosotros porque nos ha reconocido como su familia, pero el resto... no sé, hasta me aterra pensar en sus condiciones. No sabemos dónde están, probablemente estén abandonados y nadie se esté haciendo cargo de ellos.

Vacilo ligeramente cuando estoy frente a la puerta, pues no sé si deba tocar o puedo seguir entrando como siempre.

Doy unos golpecitos a la puerta y espero a que alguien venga a abrirme. Supongo que ese alguien no va a llevarse una sorpresa muy agradable cuando me vea así.

Lily es la desafortunada. Y le veo retroceder veloz en cuanto me mira.

Quiero explicarle que soy yo, pero algo más llama nuestra atención.

—¿Es broma? — pregunta Luzbel casi sin voz.

—Mamá... — trago saliva forzadamente por la palabra del niño.

Angelus está parado frente a mí, sus ojos brillan al verme y extiende los brazos para que le cargue.

—Estás gigante — observa Luzbel adelantándoseme y sorprendentemente cargando al niño —, te dejé cuando aún no pensabas ni caminar, ¿cómo creces tan rápido?

Angelus se retuerce en los brazos del arcángel emocionado, y termina abrazándose a su cuello.

—Papá — nombra sin soltarle. Quiero reírme en la cara de Luzbel, sin embargo me detengo a pensar cómo burlarme de él.

—Bien — contesta éste —, eres el segundo ser que me dice padre sin que lo sea, pero de ti sí acepto hacerme cargo.

Mi corazón se derrite por ello, nunca había visto a Luzbel portándose tan tierno con algo.

Ha aceptado ser padre sin serlo de verdad, posiblemente por eso lo haya hecho de una forma tan fácil, porque realmente no lo es.

—Soy yo, cariño — le digo a Lily agachándome hacia ella.

—¿Lía? — pregunta acercándose muy cuidadosamente a mí.

—Sí, soy yo. 

—¿Por qué tienes alas...?

—Es una larga historia...

—¿Ahora eres un ángel?

—Lo soy.

Edén Where stories live. Discover now