Capítulo 8

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—¿A dónde van con esta lluvia?

—Tenemos algo importante que hacer — responde Luzbel a mi madre y salimos de casa sin decir más.

Bajamos los peldaños y corremos hacia la parte trasera del lugar.

La lluvia es bastante fuerte y el aire violento la azota contra nosotros.

Comenzamos a volar una vez que estamos en campo abierto, dirigiéndonos al bosque.

Espero esta vez poder solucionar algo y no sólo obtener un problema nuevo y muy malo.

—Intentemos no ser violentos esta vez — pide Luz una vez que volvemos al suelo.

—¿Me lo pides a mí?

—A ambos realmente.

—Bien, estemos tranquilos, sólo si se salen de control las cosas tendremos que hacer algo.

—De acuerdo.

—Bien, hazlo.

Luzbel asiente y saca lo que Astaroth le dio ayer. Es un anillo plateado, liso y sin ningún detalle.

Veo cómo lo observa un momento antes de ponérselo en el dedo medio y cerrar en puño.

Me quedo quieta esperando algo. Estoy un poco nerviosa, y aunque es mínimo me preocupa no saber qué es lo que viene.

Frente a nosotros veo algo formarse. Parece ser de un tono azulado que crece sin mostrarnos una forma como tal. Y del portal un tipo aparece.

Es bastante alto, con piel blanca, cabello oscuro y unos ojos azules muy extraños y fríos.

—¿Quiénes son ustedes...? — pregunta entonces sin moverse.

—Necesitamos hablar... — me adelanto a Luzbel.

—¿Hablar de qué?

—Hiciste tratos con un ángel — continúo —, creaste algo para él y queremos saber qué fue.

El tipo nos mira sin moverse aún; parece analizarnos detenidamente hasta que al fin se mueve.

Y corre.

Ambos vacilamos un momento al querer volar para seguirle, pero estamos entre arboles y eso es imposible.

Corremos detrás del tipo que ya nos lleva bastante ventaja, y aunque quería no usar nada de violencia tendré que golpearlo en cuanto lo tenga en mis manos.

—¡Detente! — grito, sin embargo hace caso omiso y sigue corriendo.

—Maldita sea, este tipo se trae algo malo — piensa Luzbel corriendo junto a mí.

No nos detenemos, y aún cuando por fuerza deberíamos estar alcanzándolo seguimos a la misma distancia. Lo que comprueba las palabras de Astaroth al decir que éste tipo no es un humano.

Veo de reojo como Luzbel saca algo y lo arroja al chico, no para tirarlo ni nada parecido, solo para no perderlo en caso de que decida regresar a su dimensión por un portal.

Y así lo hace, desaparece tan rápido que apenas y logramos mirar como lo hace.

—No va a escaparse — asegura Luzbel mientras nos detenemos, me abraza y saca a Lux para ir al mismo lugar que el que se nos escapó.

—Si no es humano no morirá — hablo sacando una larga daga para atacarle en cuanto vuelva a verlo.

—Él se lo buscó — acepta un momento antes de desaparecernos también.

Edén Where stories live. Discover now