Capítulo 21

6.7K 758 98
                                    

—Bien — dice Luzbel alejándose y caminado un poco —, ya que has decidido hablar, quiero que me cuentes todo.

—¿Todo? Vaya, todo es muy largo...

—Y tienes mucha prisa. Vamos ya, Azazel, quiero que hables de una vez, no viniste solo a decirnos eso, y yo sé que hay mucho más por contarnos. Así que hazlo, cuéntanos qué ocurre.

—De acuerdo, les contaré, pero, no creo que sea una buena idea permanecer por aquí... estamos muy cerca del palacio, y seguro que tus hermanos no tardarán en en sentirme. Sobre todo Rafael, con sus sentidos agudos y todo eso.

—Rafael no está aquí.

—¿Qué dices? — pregunta con curiosidad.

—Rafael se fue. Pecó con una humana y decidió abandonar edén. Ahora muévete y alejémonos de aquí.

Azazel no se niega y da la vuelta para caminar lejos del palacio.

Miro en todas direcciones para estar segura que nadie nos ve. El cielo ya está casi a punto de oscurecerse en su totalidad, las estrellas brillan como blancas luces y mantienen alumbrado edén.

—¿Qué quieres saber? — pregunta sin dejar de caminar.

—Cualquier cosa que pueda servirme — responde Luzbel.

—Pues... Lilith quiere a Alaia. Siempre la ha querido, desde que era una niña.

—¿Eso por qué? — pregunto.

—Cuando Lilith te vio por primera vez supo que había algo importante en ti. Algo fuerte y poderoso, que podría ayudarles a ganar. Todo lo que ven ahora, las guerras, los problemas que están haciendo, han sido planeados desde hace siglos, desde la caída de todos. Y mientras más caen más fuerte los hacen. Uno a uno juntan todo su odio en su contra, y Lilith no es la excepción. Como lo saben, Lilith sabe todo sobre hechicería, así es como ha logrado hacer tanto. Ha cambiado a sus propios hijos de esa forma.

—¿Dices que creó un ejército?

—No. Me refiero a que ha perfeccionado a sus hijos, no a todos. Pero, Lilith es la mayor madre, lo sabemos. Aunque la mayoría de sus hijos son demonios cualquiera, inofensivos realmente. Pero no todos son así, ella ha procreado varios hijos puros. Hijos que son descendientes de demonios reales, no sólo de humanos o de cualquier "demonio".

—Como lo es Uriel.

—En efecto, a eso mismo me refiero. Ella tiene miles de hijos, pero sus favoritos son ellos, los que pueden lograr grandes cosas. Los más fuertes. Lilith ha procreado con muchos seres importantes. Su primer hijo fue Uriel, lo procreó con Belial cuando ella aún era una humana, por eso mismo le preocupó tanto el castigo que le dieron al no regresar, no le importaba que murieran todos sus hijos, sólo le importaba Uriel.

—Y no murió — se queja.

—Así es. Lilith había dejado de ser una humana para cuando le dieron la condena, así que logro hacer un hechizo en Uriel para salvarle la vida.

—Espera... ¿no se supone que Uriel entonces nació siendo un nefilim...?

—En efecto, eso fue. Pero cuando llegó aquí y recibió un título de ángel dejó de serlo. Por eso no ha muerto.

—¿Y luego qué?

—Bueno, Lilith tuvo a Uriel con Belial, sin embargo se casó con Samael, y también tuvo hijos con él.

—¿Quienes son?

—Aixa y Aram, ellos junto con Uriel están marcados.

—¿A qué te refieres con marcados?

Edén Where stories live. Discover now