21

1.9K 242 218
                                    

Joel

Me duele el corazón.

Salgo de la habitación lo mas rápido posible y me quedo en el pasillo del segundo piso de mi hogar, las lágrimas quieren salir y me encuentro verdaderamente consternado.

«—Pues... me comenzó a gustar un chico —Admite, sonrío al instante.

—¿En serio? ¿Quién? —Pregunto, quiero que diga mi nombre, Erick niega.

—No lo conoces, él... —Dice mientras agacha la mirada con una sonrisa—. Es realmente lindo conmigo, me gusta observarlo y eso me hace saber que todo está bien.

Me mantengo en silencio unos segundos hasta que reúno la valentía suficiente.

—¿Seguro que no soy yo? —Cuestiono, Erick niega al instante y asiento decepcionado—. Entonces... ¿Quién es, ojitos?

—Es... —Hace una pausa—. Mi amigo Christopher.»

¿Por qué me hice tantas falsas esperanzas si él fue claro conmigo?

Supongo que sé la razón.

Cuando uno está enamorado, busca cualquier mínimo detalle para mantener viva la esperanza. Mientras tanto hay algunas personas que no se dan cuenta que la alimentan.

Erick es una de esas personas.

El ojiverde no sabe lo que siento por él, pero... ¿eso qué importa ahora? Él ya estará bastante feliz si el chico que le gusta le está prestando atención.

Mientras él está feliz, yo me encuentro verdaderamente destrozado.

Salgo de mi hogar lo más rápido que puedo, bajando la escalera con una velocidad lo suficientemente sigilosa para que mamá no se de cuenta, ya que si me ve llorando seguramente me preguntará qué me sucede.

Y no quiero hablar de lo que me pasa.

Soy de esas personas que se cierran y ocultan todo para ellas, ya que si le cuentan cómo se sienten a otra persona, tienen miedo de que esta misma los decepcione en un futuro.

Mamá no me decepcionaría, pero... sería incómodo para mí hablar a cerca de mis sentimientos con ella.

Comienzo a caminar sin destino alguno, necesito pensar y despejar mi mente.

Algunas lágrimas quieren salir nuevamente pero no dejo que eso suceda.

Aunque duele y mucho.

Duele que el ojiverde se haya besado con otro chico, que justamente sea el mismo al cual él le gusta.

No se me estaría siendo fácil dejar de ser egoísta y sentir que está bien que aquel chico le haya correspondido.

Llego a la plaza que queda a unas cuadras de mi hogar y me siento allí, pensaste.

Mi teléfono suena, sin embargo no lo atiendo. No quiero hablar con nadie, solo quiero estar conmigo mismo.

Aunque hasta yo me decepciono de mí mismo a veces.

Me mantengo allí en silencio, con mi cuerpo sentado en un banco pero mi mente en las nubes.

¿Por qué me debe gustar alguien que no me corresponde?

Dejo un suspiro y luego de unos minutos más decido volver, notando que las llamadas perdidas son de parte de Mamá.

—¿Dónde estabas? —Pregunta a penas entro, niego con la cabeza.

—No rengo ganas de hablar —Admito, ella suelta un suspiro.

—Al menos avisa cuando vas a salir, y se te corrió un poco el maquillaje, ¿no estás durmiendo bien? —Pregunta.

—No quiero hablar —Digo, ella asiente y suspira mientras comienzo a subir las escaleras para ir a mi habitación.

Me adentro en estas y ni siquiera me preocupo por mirar por la ventana, ya que lo primero que hago es correr la cortina y recostarme en mi cama.

—Lo siento, Erickin.

Tres días.

Hace tres días no he estado hablando con él, las noches se han vuelto increíblemente eternas sin tenerlo haciéndome reír.

Las pesadillas siguen estando presente en todo momento, y siento que ahora que me encuentro más triste de lo normal, me afectan mucho más.

Mamá lo nota, sabe que me siento mal, pero no dice nada más que «Cuando necesites hablar, aquí estoy»

Sé que probablemente sea inmaduro evitarlo, pero sinceramente no quiero hablar.

Sigo dolido.

Miro el techo de mi habitación y luego dirijo mi mirada hacia mi teléfono, Zabdiel si bien me ve en el instituto, se ha estado preocupando por mí, cuando debería ser al revés.

Mi compañero no está durmiendo absolutamente nada, como yo, pero siento que él carga con un peso más grande, y aquello que él dijo «nada que no se pueda solucionar» sea algo realmente grave.

Mientras estoy aquí las cortinas de mi dormitorio se encuentran cerradas, prohibiendo la vista de la habitación de Erick.

Además de eso, me he despertado más temprano con tal de no tener que verlo en la parada del autobús.

Me afecta mucho, lo sé.

Golpean la puerta de mi habitación y hecho un bufido con la cara en la almohada.

—¿Qué pasa, mama? —Pregunto, no hay respuesta alguna por lo cual me giro, y ahí lo veo.

Se encuentra nervioso, lo sé porque juguetea con sus manos como si eso llamara aún más su atención. Mi corazón late con gran velocidad mientras él simplemente se digna a mirarme en silencio.

—Erick —Digo, el ojiverde suspira.

—Joel... quiero hablar contigo —Avisa, niego con la cabeza sentándome en mi cama.

—No tengo nada que hablar contigo —Acuso, él ríe con ironía.

—¿En serio? ¿Simplemente te haces mi amigo y después actúas como si no existiera? No tiene sentido —Admite, obviamente sin saber la razón—. Merezco una respuesta, ¿por qué te alejaste de mí?

Y lentamente la pequeña llama que se había armado entre nosotros dos comienza a arder con intensidad.

Reproduzcan Walls de Louis Tomlinson ✨♥

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Reproduzcan Walls de Louis Tomlinson ✨♥

Llegaremos a 7 K, muchas gracias ✨♥

Dejen aquí su fruta favorita ✨♥

Comenten mucho ♥

Nos leemos pronto ✨♥

Mi Vecino || JoerickWhere stories live. Discover now