Mi Vecino || Joerick

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Erick

La semana pasa demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya nos encontramos en domingo, mi cita con Joel.

Me encuentro muy sensible, la otra vez comencé a llorar cuando estaba simplemente estando al lado de él, porque el hecho de saber que este tipo de cosas ya no la podemos hacer seguido me duele.

Me gusta salir con Joel, pasar tiempo con él, reír a su lado, que me abrace y que me diga que todo estará bien.

Pero nada lo está, y eso él ya lo está comenzando a notar.

Siempre me pregunta qué me sucede, y he tenido un centenar de veces para decirle la verdad, pero no puedo.

Tengo miedo de perderlo.

Me miro al espejo y me gusta mi look de este día. Me encuentro vestido completamente de negro; Jean, zapatos y un abrigo con rayas blancas a los costados del mismo.

Me encantaría ir solamente de remera, pero afuera se encuentra nublado y también dieron alerta de una posible lluvia a la tarde.

Mi novio se encuentra en su horario de trabajo y no tiene idea de que lo iré a ver allí.

Bajo las escaleras de casa y mamá me sonríe.

—Hoy compraré los boletos para el avión —Asegura, asiento sintiéndome triste—. Te avisaré cuando lo haga, y Erick, en verdad lo siento.

—No es tu culpa, mamá —Respondo, abrazándola—. A fin de cuentas siempre quieres lo mejor para mí.

Ella asiente y noto que sus ojos se encuentran cristalizados, este tema le afecta tanto como a mí.

—Volveré tarde —Digo, ella sonríe asintiendo.

Son mis últimos días en este lugar y quiero aprovecharlos al máximo, ella lo sabe perfectamente ya que me deja llegar tarde y casi ni siquiera pregunta hacia dónde voy.

Sabe que necesito mi espacio en este momento.

El viaje hacia la tienda donde trabaja Joel se hace realmente lento, ya que el autobús demora más de media hora en pasar.

Al llegar simplemente me adentro allí, notando al rizado entretenido en atender a los clientes. El chico moreno detrás de la barra es el primero en notarme, y sonreír al instante.

—Erick, mucho gusto, ¿qué necesitas? —Cuestiona, le sonrío—. Además de tu novio, claro.

—Pues... —Estoy a punto de contestar cuando siento unos brazos rodearme y un beso en mi mejilla—. ¿Sorpresa?

—Hola —Dice Joel, dejando pequeños besos, cierro los ojos y después escucho un click.

Alzo el ceño y miro a Richard, quien está con el teléfono entre manos y una sonrisa.

—Que linda foto —Admite sonriendo, para luego mostrarla.

Joel en esta se encuentra depositando un beso en mi mejilla, con sus ojos cerrados, los míos se encuentran igual, solo que una sonrisa está formada en mi rostro y mis mejillas se encuentran coloradas.

Richard tiene talento para las fotos.

—Wow, me encanta, ¿me la pasas? —Cuestiono, él asiente al instante.

—Pásamela a mí también —Dice Joel, separándose de mí para ponerse del otro lado de la barra cuando más clientes llegan.

Mientras le paso mi número a Richard para que envíe la foto simplemente me dispongo a mirar al rizado atender a sus clientes, es tan lindo que seguramente personas vienen solamente a verlo.