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Erick

Agarro la llave de mi apartamento aún escuchando la música alta y suspiro frustrado.

Solamente espero que quien abra la puerta del apartamento de al lado sea una buena persona y sepa entender.

Salgo y cierro la puerta, notando como la de al lado se abre al instante, dejando ver a una chica de ojos verdes.

—Hola, disculpe... ¿podría bajar la música? —Pregunto, la chica me observa y parece quedar en una especie de transe.

—Tu eres... —Dice, le sonrío y ella abre la boca sorprendida—. No lo puedo creer.

—¿Quieres una foto? —Cuestiono, la chica niega sonriendo.

—Luego, pero no es mi apartamento, aún está el dueño adentro —Responde sonriente, asiento.

—¿Puedes decirle tú? —Cuestiono, ella niega comenzando a alejarse.

—Lo siento, tengo prisa —Anuncia aún con una sonrisa en su rostro.

Suspiro frustrado y me acerco a la puerta, golpeándola una vez lo suficientemente fuerte para que del otro lado me escuchen.

Noto como la música comienza a bajar el volúmen por lo cual reproduzco el audio y le presto atención a mi teléfono.

—Hola, vecino, ¿podría bajar la música? —Cuestiono al oír que la puerta se abre, sin embargo no miro hacia allí ya que me encuentro verdaderamente emocionado escuchando mi próximo sencillo.

Comienzo a escribir muchos mensajes emocionado por ello, los arreglos que están haciendo son increíbles, y entonces siento mi vida desmoronarse en cuestión de segundos.

—Erick —Escucho su voz.

Mi corazón late con fuerza y dejo de escribir, comenzando a levantar la mirada lentamente.

Siento que todo a mi alrededor gira al mirarlo a los ojos y saber que se trata de él.

Joel Pimentel, mi vecino, mi primer amor, se encuentra delante mío.

Ninguno de los dos dice absolutamente nada, simplemente nos ponemos a observarnos en silencio.

Está más alto que años atrás, noto una leve barba en su rostro que lo hace ver más adulto. Siento una punzada en el pecho pero lo ignoro tratando de no echarme a llorar allí.

—Joel —Suelto, el chico delante de mí parece estar aún en una especie de transe hasta que alguien aparece a su lado.

—Bebé, ¿qué pasa? —Dice una chica con vestido blanco abrazando a Joel por la espalda, para luego así notar mi presencia—. Ah, hola, ¿Eres el nuevo vecino?

—Eh... s-sí —Respondo, noto como Joel abre la boca sorprendido por ello, y yo también lo estoy—. Solo... no suban la música muy alto, por favor, acabo de llegar de un viaje.

—Ah, yo sabía que se iban a venir a quejar —Asegura la chica—. Pero tranquilo, quien puso la música alta ya se fue por lo que veo, así que podrás dormir bien.

—Muchas gracias —Digo, tratando de forzar una sonrisa y regresando a mi apartamento.

Me encierro allí sintiendo mi corazón latir con fuerza.

Esto tiene que ser una broma.

Una maldita broma.

Las lágrimas quieren salir de mis ojos, era obvio que iba a estar con alguien, han pasado cinco años desde que nos separamos, pero... volver a ser su vecino, parece todo tan irreal.

Mi Vecino || JoerickWhere stories live. Discover now