En donde Erick observa a su vecino desde su habitación.
☆Inspirada en la canción "Mi vecina" de Abraham Mateo
☆Portada hecha por @__StupidLittle__ ♡
☆#1 en Joerick ♡ 20/6/2020 - 15/05/2021
Cuando oí de él fue en un momento que no esperaba.
Recuerdo qué lloré escuchando la canción, sabiendo a quién se refería mientras la cantaba.
Esa canción de Erick va dedicada a mí.
Logré encontrar sus redes sociales, y cada tanto veo sus stories de Instagram, sin embargo, no le respondo ni nada por el estilo.
El hecho de que tengan muchos seguidores me calma, ya que él muy probablemente no sepa que miro lo que hace en el día por las redes.
De todas formas, con el tiempo me fui despegando de aquello, ya que me encuentro de novio con una adorable chica llamada Linda.
Aunque Elena no apoya dicha relación, dice que es mi decisión, ya soy grande y puedo decidir por mí mismo.
Aún no entiendo por qué Linda y ella se llevan mal, pero aunque intente divagar en ambas, solo obtengo defectos claros de la otra persona.
«—Es Linda, sí, su nombre lo dice, pero me parece bastante creída —Habla Elena.
—¿Segura que no son celos? —Cuestiono, la chica hace una mueca de asco mientras niega.
—No, siento que la chica oculta algo, además apareció de la nada —Expresa.
—No apareció de la nada, trabaja en el mismo lugar que yo —Elena niega tocándose la frente.
—Dios, dame paciencia, este chico se toma todo muy literal —Pide, río y ella niega suspirando exhausta»
Pensé que con el tiempo se llevarían mejor, aunque eso no sucedió.
Hace un año que estoy en una relación con Linda, es bastante estable a decir verdad, y la chica de ojos negros me hace sentir bien.
Me hace olvidarlo, aunque eso sea hipotéticamente imposible cuando aparece en cada revista de la ciudad.
Si tan solo se llevaran bien ellas dos, sería todo más fácil, pero es mío imposible cuando Elena literalmente hace muecas de asco cada vez que Linda comienza a hablar de su maquillaje escaso, o decir que su vestimenta ya no está a la moda.
«—Eres hermosa, ¿por qué te pintas tan poco? —Le cuestiona Linda, Elena rodea los ojos sentada en el sillón de mi casa.
—¿Acaso no es obvio? —Inquiere, Linda niega—. Porque se me da la gana.
—Deberías mejorar tus modales, yo te hablé bien —Dice la chica, Elena ríe.
—Dibiriasmijirirtismidilis —Río inconcientemente al escucharla y Linda me mira mal.
—¿De qué lado estás? —Cuestiona, continuo observándome en el espejo.
—De ninguno, no me voy a meter en sus peleas»
Zabdiel y Richard se llevan normal con la chica, ni muy bien ni muy mal, la que verdaderamente no la acepta es mi madre, lo noto siempre en su forma de comportarse cuando se encuentra ella y aunque no lo diga, sé lo que piensa.
Pero repito, ella es la única que logra hacer que lo olvide.
En estos dos años desde que conseguí el trabajo, ya me he mudado a un hotel en la ciudad. A decir verdad el apartamento es extremadamente lindo, y agradable para estar.
Mamá cuando se despidió de mí realmente fue una semana después de haberme mudado, ya que la mujer pasaba de visita extremadamente todos los días aquí, y ayudó en cada momento de la mudanza.
Con respecto a mi otro progenitor... las cosas han mejorado con él, cuando nos cruzamos hablamos poco, pero lo hacemos, si es que ambos tenemos tiempo.
Oí que volvió a trabajar, lo cual me hace feliz de escuchar, ya no quedan rastros de aquel hombre de hace tiempo atrás.
Él cambió, así como yo lo hice.
Si bien estoy con Linda, aún siento que me encuentro cerrado, yo... siento cosas por ella, pero nunca serán idénticas a las cuales sentí por Erick.
Y sé que suena un tanto tonto nombrarlo siempre, pero es que aquel chico de ojos verdes, me marcó de por vida.
Mientras tanto Zabdiel... él nunca me dijo quién es la otra persona con la cual está, me he enojado por una semana con él, he dejado de hablarle, pero el chico simplemente no me dice.
En un momento hasta llegué a pensar que en realidad no tenía pareja, pero Richard me confirmó que sí, que era un chico que ha ido un par de veces a la cafetería hace tiempo.
Caminamos a la par con Elena luego de haber de ido a comer a uno de los locales de comida chatarra cerca del hotel.
La chica de ojos verdes siempre mantiene un buen físico, pero pasa comiendo las veinticuatro horas del día, lo cual me sigue sorprendiendo a pesar de que la conozco hace ya cinco años.
—No puedo creer que hayas coqueteado con el chico del Mac Donalds —Digo, Elena se encaje de hombros.
—Era lindo —Explica, y luego niego riendo—. Además no me puedes decir nada, tu estás de novio con la lagarto.
—Elena... —Digo, la chica vuelve a encojerse de hombros y hacerse la desentendida.
—¿Qué? ¿Dije algo malo de la Madam? —Cuestiona, y río un poco—. Ves, hasta a ti te causa gracia, ¿quién va de tacos a la playa? O sea, es la playa.
—Ella tiene su propio estilo, tu tienes el tuyo —Excuso, Elena asiente.
—Gracias a Dios eso es así, amo mi estilo otaku —Expresa la chica, demostrando que tiene un abrigo negro de un anime que según sé, se llama "The Promise Neverland"
—Tal vez por eso se llevan bien, ella se baña y tú no —Bromeo, Elena me mira mal pero luego ríe al pensar algo.
—A perfume se baña —Responde, río negando mientras ingresamos en el hotel.
Saludo al portero y camino hacia donde se encuentran las llaves, saludando al señor Adam para que me de la mía.
—Joel —Dice Yoandri, apareciendo detrás mío con su maleta—. Ya terminaron mis vacaciones, ahora vendrá un amigo así que compórtate bien.
—Claro —Respondo despidiéndome de él con un beso en la mejilla.
El chico nos sonríe y se aleja del lugar, Elena mantiene su sonrisa.
—¿Ves? Eso sí es tener estilo —Dice viendo al chico—. No como la garrapata.
—¿Por qué la llamas así? —Cuestiono, Elena ríe.
—Ella dice cosas peores de mí, déjame seguir siendo feliz con mi lengua venenosa —Pide, niego riendo y Adam nos entrega mi llave.
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