Déjà vú

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Después de volver a casa aquel día, me sentí increíble

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Después de volver a casa aquel día, me sentí increíble. Sentía que todo estaba mejorando y que aunque las cosas eran diferentes... Eran mejores.

Hoy debía ir a la escuela, y bueno... Ginés debía llevarme. Bajé con el uniforme puesto, él estaba sentado en el sillón junto a Chemi. Sonreí a ambos y me acerqué.

— ¿Lista? —preguntó el rubio, me dolía que nuestra relación fuese así, pero... Suponía que era lo mejor aunque no sé sintiese así.
— Sí, ¿Nos vamos? —respondí, asintió.

Caminamos los tres hasta su auto, yo iba atrás y ellos iban como piloto y copiloto.

Me concentré en mi celular y en mi plática con Javier acerca de Sibel. Ese chico estaba tan emocionado por poderle hablar, era tierno hasta cierto punto.

— Elisa? —miré en frente, Chemi tenía la cabeza asomada mirándome desde su asiento— ¿Tienes algún plan está noche? —Ginés lo miró sorprendido y volvió a mirar al frente.
— Eh... No —respondí— pero nuestros padres están en casa, no creo que podamos salir...
— se van a Barna esta tarde —respondió Ginés— olvidé decírtelo.
— Bueno, es que quería ver si querías venir conmigo a una fiesta de un chaval que hará esta noche —sonreí, estaba nervioso.
— supongo que también irá el tonto de aquí —respondí, asintió— bueno, está bien.
— genial, paso por ti a las ocho, ¿Está bien? —asentí.

Se giró hacia enfrente con una sonrisa y bajó del auto de la misma manera cuando Ginés estacionó.

Yo solo caminé hasta mi aula con Ginés detrás, porque ese tipo no podía ir solo a ningún lado, y como no quería hablar conmigo pues solo iba detrás mío.

Me detuve, esperé a que estuviera a mi lado y lo miré.

— ¿No piensas hablarme? —pregunté, rodó los ojos, me tomó del brazo y me metió a un salón vacío.
— ¿Cómo te voy a hablar si tú no quieres que seamos nada más y yo estoy enamorado de ti? —parecía molesto, suspiré— y ahora sales con mi mejor amigo, ¿Cómo se supone que me sienta?
— ¿Y como se supone que voy a creerte si has dicho a Pablo que para ti soy un juego nada más? —se hizo un nudo en mi garganta— yo también me estaba enamorando de ti, joder —frunció el seño, me limpié la cara con la mano— ¿eres tan egoísta que aunque para ti sea indiferente no quieres dejarme salir con nadie más? —negó
— Elisa no, yo... —lo interrumpí
— Nada, Ginés. Ya me cansé de esto —pasé por su lado.

En su defensa... Yo fui la que quiso hablar. Yo provoqué esto.



Mi última clase finalizó, miré a Ginés que estaba en la otra punta del salón. Salí sin esperarlo y fuí hasta el auto.

Me quedé recargada en su coche hasta que decidió aparecer. Quitó el seguro y subí como copiloto.

Luego él subió, me miró y suspiró.

— solo dije eso porque estaba celoso, no lo decía en serio —rodé los ojos— en verdad me gustas —bufé
— no te creo nada —paré— ¿puedes arrancar?
— Necesito que hablamos, vale? —lo miré— no quería hacer esto pero creo que es la única manera en que vas a escucharme.
— puedes encerrarme aquí contigo por 3 días si quieres, no voy a hablar contigo de igual forma —lo miré— además, puedo hacer esto —le quité el seguro a mi puerta y la abrí.

Bajé de ahí y caminé a la parada del bus.

Como si pudiera obligarme a hablar con él. Ja, que ingenuo.

Un claxon se hizo presente, miré de reojo el auto rojo de Sara, sonreí.

— ¿Quieres venir conmigo? —preguntó, asentí. Subí a su auto, la miré ella tenía una sonrisa amplia en el rostro.

— gracias —dije, ella asintió y avanzó
— ¿Problemas con Ginés? —preguntó, suspiré
— Es un tonto, y me duele pensar ir no volveremos a hablar nunca como antes porque él sigue insistiendo en que está "enamorado" de mi —fruncí el seño— y yo sé que no, y me gustaría que fuese todo tan normal.
— ¿Y a ti te gusta él? —bufé
— Un poco, pero al mismo tiempo siento que lo odio —reí— si es que eso tiene sentido.
— Bueno... Pues espero que tu mente se aclare —rió— ¿Quieres ver una película?
— saldré con Chemi a casa de un amigo, una fiesta o algo así —hice una mueca
— Ah, sí, la fiesta de Ginés —alcé la ceja, ella siguió conduciendo— Miñano, un compañero de escuela, le dicen Zasko.
— Ah, ya entendí —reí— pues supongo que será él.
— espero que no esté por ahí su hermana Ana —se detuvo en la cochera y me miró— salimos un poco, pero resultó que ella era bisexual y le gustaba Ginés —abrí mis ojos. Está tía y yo íbamos a llevarnos bien, lo presentía.
— No la culpo, ustedes dos son un par bastante atractivos —alcé los hombros— la entiendo.
— ah sí? —sonrió de lado— ¿Te gustamos ambos?
— no quiero hablar de eso, es complicado pensar en so teniéndote en frente —suspiré— aunque, no negaré nada, vale? —rió
— ¿Y que te vas a poner? —cambió el tema, alcé los hombros.
— tengo una falda que creo que quedará bien con una fiesta —bajé del auto. Sara también.

Entramos en casa, Sara dejó su mochila en el suelo y luego se acercó a mí.
— ¿Me ayudas con el outfit? —asintió.

Caminamos hasta mi habitación, abrí mis closet y saqué la falda a cuadros roja que tenía en mente, unas medias de red y mis botas negras, una camiseta negra lisa.

Me quité la camiseta que llevaba y el short, estaba en ropa interior frente a Sara. Esta se levantó de prisa y sin que lo pensara me besó.

Acaricié su cara y la besé también, le quité la camiseta, ella sonrió en medio del beso.

Nos separamos un poco, nos quedamos mirando de cerca con las respiraciones agitadas y nos volvimos a besar.

Las manos de Sara estaban en mi cintura y las mías en sus mejillas, se sentía bien.

La puerta se abrió de prisa, nos alejamos y miramos en esa dirección.

Ginés estaba sorprendido y tenía su chaqueta en brazo.

— lo siento —dijo y cerró de nuevo la puerta.

Ya antes me había pasado esto, sentía casi como un déjà vú

Lɪᴛᴛʟᴇ sɪsᴛᴇʀ ~ Wᴀʟʟs ʏ Sᴏᴄᴀs (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant