Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Llegamos a la fiesta, buscaba su cabello en cada rincón, buscaba su cara en cada chica del lugar.
— Okey, no te enfades —dijo Sara, la miré.— Elisa está afuera con Ana la hermana de Zasko —abrí mis ojos de par en par. — ¿Qué? —dije y miré en esa dirección. Efectivamente, Elisa estaba riendo mientras Ana le decía algo.
Joder es que la vida estaba poniendo a todas las chicas que algún día me gustaron en mi contra. Las estaba haciendo amigas.
— ¿Que hacemos? —le pregunté, ella alzó los hombros. — No podemos ir, vale? Porque eso sería que Ana nos veria y sabes que me incómoda. —asentí.
Sara nunca se enteró que Ana ma había terminado por mi. Y es que en verdad era una pena que hubiese pasado así.
A mí Ana me gustaba de antes, pero decidió salir con mi hermana en lugar de mi. Luego de algunas charlas, de algunas cosas entre nosotros y más, Ana terminó con Sara, le dijo que se sentía confundida. Y creo que Sara jamás se enteró de que yo le coqueteaba a su chica.
En mi defensa, a mi me gustó primero.
Suspiré, Sara se mordió el labio mientras pensaba, reí.
Jamás creí que llegaríamos a este punto de hermandad en verdad. Esto es una utopía para mi.
— Ana se ha ido, vamos —dijo y caminó al patio. Elisa nos miró a ambos, alzó la cejas y bebió de su vaso. — ¿Que hacen aquí? —preguntó, sonreí de lado. — veníamos a divertirnos —alzó los hombros Sara— ahora vuelvo, voy a por bebidas —dijo y me miró, me guiñó un ojo y se fue.
Miré a Elisa, ella miraba al frente como perdida por completo.
— te quiero —dije, me miró — Yo también —me sorprendió su respuesta aunque no pude evitar sonreír — ¿Puedes perdonarme? —pregunté— no te pido que volvamos a dónde antes, pero que al menos sepa que no me odias. — no te odio —alzó los hombros— me dolió mucho que me mintieras, que dijeras todas esas cosas lindas para que yo me enamorara de ti —suspiró— y que al final fuese un juego nada más. — no eres un juego —la interrumpí— sé que entre tu y yo han sido juegos desde el inicio, pero en verdad que cuando te digo que te quiero es porque así es. No podría mentirte —sonrió un poco— pero soy tonto cuando de querer se trata y lo lamento. — vale, te perdono —sonreí— pero que sepas que te va a costar trabajo volver a dónde antes. — lo entiendo —asintió— ¿Un abrazo? —sin esperar ella se lanzó a mis brazos, la estreché. Extrañaba su delgado cuerpo entre mis manos.
— vale, se han arreglado —dijo la voz a mis espaldas. Miré, Sara tenía dos vasos en las manos. — Sí sí, dame eso —dije y le quité el vaso de la mano. En ese momento, Ana volvió, nos miró a ambos y sonrió. — hey —saludó, Sara alzó la mano nerviosa y yo solo hice un pequeño movimiento de cabeza. — Bueno, chicos, diviértanse, yo iré a bailar —dijo Elisa, sonreí — voy contigo —dije, Sara nos siguió y junto a ella Ana.
Llegamos a dónde estaba la música, nos hicimos nuestro propio círculo y comenzamos a bailar. Los cuatro juntos, divertidos, como amigos.
En ese momento comenzó a sonar "felices los cuatro" de Maluma, reí, Elisa me dió un golpe en el brazo.
— Acabas de imaginar una escena de nosotros, ¿No es cierto? —nos apuntó — eres increíble Ginés —soltó Ana — podría pasar —alzó los hombros Sara, Elisa se sorprendió y la miró raro— bueno dale, que tampoco es imposible — nada es imposible —rió.
Podía decir con certeza que este era uno de los momentos más felices de mi vida.
• • •
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Abrí mis ojos con pesadez.
Estaba en la cama de una habitación que no reconocía. Miré a mi al rededor, una cabellera roja, una cabellera rubia, una castaña.
Estábamos los cuatro hechos bolas en la cama de aquella habitación, los chicos parecían tremendamente dormidos, y no quería despertarlos.
Me levanté como pude y caminé escaleras abajo.
Un chico de barba me miró y sonrió.
— heeey —saludó, sonreí de vuelta y me paré enfrente suyo — Hey —respondí — ¿Mi hermana Ana está arriba? —asentí, rió un poco— ¿Estaba contigo? —asentí de nuevo— Vaya, de Ana no me sorprende, siempre tuvo muy buenos gustos. —alcé la ceja — ah? —hice mi típica pregunta de "no tengo puta idea de lo que acabas de decir" — Dijiste que estabas con Ana, no? —asentí— ustedes tuvieron su sexo de lesbianas, no? —solté una carcajada que creo que la gente en China pudo escuchar. — Que va, si nos acabamos de conocer ayer, me ha caído genial y es bastante maja pero no, no ha pasado eso —me senté a su lado— ¿Eres Zasko verdad? — así es nena, klk —sacó la lengua e hizo un gesto con las manos, reí — Soy Elisa —sonreí — la hermana de Sara y Ginés, no? —asentí— tus hermanos son la ostia. — lo sé —respondí— iré a despertarlos, debemos volver a casa —dije— por cierto, ¿Sabes dónde quedó Chemi? Se supone que vine con él a la fiesta —reí, me había olvidado por completo de él — está por allá —apuntó, en el jardín está a él, dormido en la hamaca que colgaba de los árboles, a su lado estaba una chica castaña. — bueno, creo que dentro de lo que cabe la paso bien sin mi —alcé la ceja— iré arriba.
Asintió.
Caminé escaleras arriba hasta la habitación, estaba vez Sara y Ana estaban despiertas también. Platicaban un poco, se callaron cuando yo entré.
— venga, ¿Hablaban de mi? —reí— es broma, despertemos a el bobo, debemos volver a casa —dije, ellas asintieron y comenzaron a mover a Ginés. Este abrió los ojos un poco y luego se cubrió la cabeza con la cobija.
— Ginés anda vámonos —dije, se movió un poco pero sin levantarse— si te levantas ahora pensaré en lo de la orgía entre nosotros —apenas acabé de decir estaba de pie y tallándose los ojos. — Vámonos —dijo y se estiró.
Me acerqué a Ana para despedirnos, ella rió y me dió dos besos en las mejillas.
— Sabes que no va a pasar, cierto? —le susurré al oido. Ella soltó una risa. — Lo sé, por eso es más divertido ver cómo Ginés se ilusiona —respondió.
