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Mi mente seguía dando vueltas al asunto. No podía creer toda la información que había recibido a lo largo del día y que ahora me estaba haciendo tanto daño.
Sí había alcanzado a mi padre, nos habíamos encarado y finalmente, me había dicho la verdad de todo, haciéndome saber que mi vida entera había sido una puta mentira.
*Flashback*
— ¿¡QUÉ COÑO CREES QUE HACES DETRÁS MÍO, SIGUIÉNDOME COMO UN PUTO ESPÍA?! —le grité, él me miró apenado y se detuvo. — No quería que te enterarás así, solo estaba buscando el momento perfecto para hablar contigo —me acerqué— Ella, hay muchas cosas que no sabes y que es importante que lo sepas... — No voy a creer nada de lo que tú me digas sobre mi nueva familia, tú me dejaste con ellos, tú eres el malo aquí, no ellos —hablé molesta — no es sobre ellos —negó y miró al suelo, entonces fue que me interesó su plática — ¿Sobre qué cosa quieres hablar entonces? —dije esta vez un poco más calmada. — Elisa... —me miró— te dije muchas mentiras, demasiadas.... —pareció querer llorar de pronto— pero quiero que sepas que todo fue por tu bien, absolutamente todo —la verdad, comenzaba a asustarme— Tu padre... — ¿Tu padre? —cuestioné — Yo no soy tu padre biológico —mi mente se perdió— Tu madre era mi mejor amiga desde niña, éramos insparables, como uña y mugre... —sonrió un poco— cuando ella se embarazó de ti, y tú padre se fue... Le prometí que me quedaría con ella para criarte a ti, para ser tu padre y quererte siempre... —no podía decir nada, mi cerebro no reaccionaba para nada, solo podía escuchar, escuchaba cada palabra sin la habilidad par responder— pero cuando tu madre murió... —apretó los labios y dejó caer un par de lágrimas— no podía mirar tu cara sin verla a ella... No lo soporté Elisa, no pude más y huí como un cobarde —mis ojos lloraban también, no podía creer lo que decía— lamento haberte mentido y haber escondido la verdad por tantos años... Pero solo trataba de protegerte del mundo cruel en el que naciste... — ¿Quién fue? —salió de mi boca, él pareció no entender mi repentina pregunta sin contexto, así que volví a hablar— ¿Quién la asesinó? — no... Elisa... — dímelo, necesito saberlo —grité, a este punto, lo único que quería era morirme, era correr a toda prisa contra el tren. — tu padre... Tu padre la alcanzó luego del trabajo cuando ella iba contigo de la mano... —mis ojos se quebraron aún más, y lloré con fuerza.
¿Cómo era posible? ¿Mi propio padre la había matado?
¿Cómo era posible que el mismo hombre que me dió la vida me la quitó al matar a mi madre?
— no puedo seguir aquí —dije, me levanté y corrí lejos.
Quería ir a casa, quería volver con Ginés y decirle todo lo que pasaba por mi cabeza, quería que él me abrazara con fuerza y me hiciera saber que todo iba a ir bien.
Mi teléfono sonando me interrumpió mi aquella tan improvisada carrera.
Me detuve, me calmé la respiración y contesté.
— Elisa, hemos recibido hoy un par de resultados del laboratorio —la voz de mi doctor sonaba a traves del teléfono— lo lamento mucho Elisa... —mi corazón se partió de nuevo, solo faltaba que alguien me dijese que tenía que alejarme de Ginés para que yo decidiese irme a la mierda...— tu enfermedad se llama Menopausia prematura, te he enviado toda la información a tu correo... —lloré más fuerte— lo lamento, Elisa... No hay nada masque yo pueda hacer. Pero sé de una psicóloga que puede ayudarte a llevar el proceso mental de mejor manera —colgué.
Ya, yo lo que necesitaba no era una psicóloga, yo necesitaba morirme.
Caminé a casa, esperando al llegar que mi solución me esperara con los brazos abiertos.
Vaya sorpresa me había llevado al descubrir que en lugar de eso, había ganado una orden de alejamiento a la familia... Y a Ginés.
*Fin flashback*
Ahora todo lo que podía pensar era en que debía irme, en que iba a irme quisiera o no. ¿Pero a dónde?
— Elisa —me sacudió Ginés— escuchame bien, no te vas a ir —estaba llorando— no te dejaré irte sola, me iré contigo. Nos iremos juntos a México —lo miré a los ojos.
¿Y de que servía irme con él? Solo le estaba arruinando la vida. Desde un inicio.
Él lo dijo, yo llevo tatuado problemática en la frente... Yo no lo merecía, yo tenía muchos problemas para una mente sana como la suya.
¿Cómo podría quedarme con él si yo jamás podría ofrecerle hijos? ¿Cómo podía quedarse conmigo después de saber que soy hija del asesino de mi madre? ¿Cómo podía quedarme con él si para estar juntos él tenía que abandonar a su gente?
No podía hacerle eso, debía dejarlo ser libre. Pero no podía decirle... Porque sabía que él querría irse conmigo. Y no podía hacerle eso.
— nos iremos juntos —murmuré, él asíntió. Me dolía mentirle, pero debía ser así...
Lo besé lentamente por última vez, sabiendo que después de esto jamás volvería a sentir sus labios contra los míos, sabiendo que nunca volvería a acariciar su cabello, a mirar sus ojos o a hacerle el amor.
Mi corazón estaba completamente roto en dos... No podía dejar de llorar, mientras mis lágrimas se funcionaban con las suyas.
Sin duda este chico me había hecho mas feliz que nadie... Era mi momento de devolverle un poco de esa felicidad dejándolo ser libre, esperando que encontrará otra chica, que se enamorara de nuevo y que fuese feliz en familia con ella...
Jamás olvidaría lo mucho que lo había amado...
• • •
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La mañana del día después había caído sobre mis hombros de forma pesada.
Elisa no estaba en casa, y parecía haber escapado sin dejar rastro de dónde estaba... Yo me había prometido buscarla hasta debajo de las piedras hasta que volviese a tenerla entre mis brazos.
Mi madre ya no estaba enfadada, quería encontrarla, y se sentía culpable.
Todos me miraban con pena, la gente decía que me veía fatal...
Cómo no iba a estarlo, si había perdido al amor de mi vida... A mí Little Sister.
