Capítulo 12

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Narra Luis

- ¿Cómo que la has invitado?

- Bueno, a ver, yo precisamente yo no he sido. Pero te dije que desde que Alfred, el novio de su amiga, está en la orquesta nos hemos hecho buenos amigos. – explica mientras una vez más devora mi tortilla – y pues eso, le dije que viniera y que invitara a Amaia y Aitana.

- Roi, es mi profesora de piano – miento nuevamente como aquella vez en el bar – no sé yo...

- Cepeda, ni que fuera tu paciente o algo así. – Puto Roi - Te da clases de piano ¿qué más da?

- Igual no viene. No es la persona más social que conozco.

Mi amigo me mira.

- Yo digo que viene seguro.

- No la conoces. – señalo.

- Pero a ti sí, y déjame decirte que soy más observador de lo que aparento.

- ¿Y eso qué significa? – pregunto

- Tú, sabrás, Cepedo. – ríe.

- Tontopollas.

¿Que si no me hubiera puesto una camisa de no tener la información de que la chica del flequillo podría estar presente en la fiesta de mi amigo?

Pues, no.

Toco el timbre y me abre Ana.

- Anita – la saludo con un abrazo.

- ¡Roi, me debes diez euros! – grita antes de que mi amigo aparezca en la escena.

- Joder – maldice después de verme, sacando su billetera y pagándole a Ana.

- ¿Se puede saber qué hacéis? – pregunto

- Ana dijo que te arreglarías para tu profesora de piano.

Por un momento aquello me toma por sorpresa, y hago una nota mental de recordar aquella mentira. 

Sí es verdad que Aitana me dijo que se lo había comentado a Amaia, quien es la única que sabe la realidad, y Amaia se había encargado de mentirle a Alfred. Por lo que nadie además de ellas y yo sabe la verdad.

- Sois tontos. No me arreglé.

- No, qué va. – dice, Ana. – debes ser el único psicólogo profesional que se viste con básicas para trabajar. Ahora, escuchas que viene Aitana y ¡puf! Camisa.

- Lo que digas – suspiro y ellos ríen.

La peña comienza a llegar y con una estrella Galicia en mano, salgo a la pequeña terraza a fumar un cigarro.

Siento el humo llenar mis pulmones cuando alguien toca mi hombro.

Me giro y la veo.

- Holi – saluda con su voz de niña característica.

- Holi – repito como un imbécil.

Es que joder, va preciosa vestida con un top negro y unos pantalones amarillos que a cualquiera le quedarían horribles pero a ella le quedan geniales.

- Siento molestarte, acabo de llegar y ya perdí a Amaia y Alfred y pues, no conozco a nadie, bueno conozco un poco a Roi y creo que vi a Ana por allí también pero ya sabes a ti te conozco más porqu...

- Aitana, tranquila – la paro, riendo de lo nerviosa que se ha puesto – no molestas.

Entiendo que esté con un poco de ansiedad ya que recuerdo que Belén me dijo que la única verdadera amiga que tiene es Amaia y no suele salir mucho de casa.

Piezas RotasWhere stories live. Discover now