Capítulo 35

1.1K 31 12
                                    

Al verla sentada en su cama, en nada más que una básica que le había robado a él, como le gustaba hacer, y bragas no pudo evitar que su primer pensamiento fuera que estaba parado delante de la mismísima Afrodita. Ese pensamiento tarda pocos segundos en pasar a un segundo plano cuando ve la cara que tiene su novia, y es solo en ese momento que se percata de lo que tiene en la mano. 

- ¿Qué haces con mi móvil? - pregunta calmado pero serio, recién salido de la ducha, con solo sus calzoncillos puestos. 

Calzoncillos que habían sido motivo de risas y burlas por parte de la catalana, quien aseguraba que eran de abuelo mientras prometía hacerle de personal shopper a el chico de las básicas. 

Aitana no contesta enseguida, lo cual desconcierta a Luis ya que la conoce lo suficiente como para saber que la del flequillo no es de la que se lo piensan dos veces antes de responder. Ella habla, después piensa. Es una de las cosas que le encantan de ella. De repente empieza a decir todo lo que ronda por su cabeza a la velocidad de la luz y cuando se da cuenta de ello suelta su famoso "Ay, que pesada he sonado". 

Pero lo que Luis no sabía es que Aitana estaba tan confundida que la verdad era que no sabía si mandarlo a la mierda o dejar que se explique.  

Finalmente, optó por lo segundo. 

- Tu móvil sonó - comienza a explicar en un tono un tanto monótono a un Luis que la mira parado a unos pocos metros - Vi que era María y lo cogí porque pensé que era algo urgente.

Luis acorta la distancia que los separa, sentándose frente a ella en la cama. Por cómo se expresó Aitana, asume que lo de María en realidad no era urgente. 

- ¿Y a cuento de qué esa cara? - pregunta mientras agarra la barbilla de la catalana entre su dedo pulgar e índice para conectar sus miradas. 

Aitana lo mira. Una mirada que le es difícil de interpretar a Luis. 

- Antes de colgar me pidió que hable contigo - Aitana comienza a ponerse nerviosa y no sabe muy bien por qué. Quizás es el miedo a que le invente una historia en su cara, quizás es el miedo a que le confirme que le ha estado mintiendo y ocultándole cosas. En cualquiera de los casos, no sabe muy bien cómo soltar lo que quiere soltar. Lo que la tiene tan confundida. 

Y Luis lo nota. Nota sus nervios en la manera en la que se acomoda el flequillo y suspira mientras opta por mirarse sus propias manos en vez de sostenerle la mirada a él. 

- Me estás asustando un poco - confiesa él. Tanto preámbulo le empieza a inquietar.

- Luis ¿a ti te adoptaron?  - pregunta, finalmente mirándolo. 

Luis comienza a entender por dónde van los tiros y es que su hermana siempre había sido una bocazas demasiado grande para su gusto. 

La pregunta lo descoloca. Nunca habla de aquello. Con nadie. Sólo Roi sabe acerca de su pasado. Y a él le gusta que sea así. La verdad es que ni Encarna y Luis, sus padres, saben hasta qué punto su hijo recuerda los años anteriores a ser adoptado por la familia Cepeda. Era solo un niño cuando sucedió y, contrario a María, Luis había preferido callar y olvidar. Desde pequeño tiene la tendencia a encerrarse en sí mismo. Es bastante irónico, ahora que lo piensa, que haya elegido ser psicólogo. 

- Sí - responde serio. 

Ruega a todos los dioses que Aitana no siga por ahí y comience a hacer preguntas porque no le apetece para nada. Pero, una vez más, peca de conocerla demasiado y sabe que va a abrir la boca antes de que ella lo haga. 

- Nunca me lo contaste. 

Se miran sin saber muy bien qué decir. Después de todo, son pasadas las dos de la madrugada, han tenido un día largo y están muy cansados. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 14, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Piezas RotasWhere stories live. Discover now