Capítulo 34

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- Vale, mañana hablamos - dice Aitana con su móvil en mano, sentada en el sofá del piso de Luis mientras lo observa preparando su plato estrella en la cocina. 

- Te quiero, mi niña - responde su madre al otro lado de la línea, desde Madrid.

- Y yo a ti.

Aitana cuelga y se levanta para dirigirse a la cocina a molestar un rato al gallego, que está muy concentrado pues es el momento de darle la vuelta a la tortilla y no se permiten distracciones. Aitana consideró pedirle que la dejara hacerlo a ella, pero luego recapacitó y se dio cuenta que era mejor dejarle la tarea a él, ya que no había garantía alguna de que la tortilla no se le cayera al suelo y la verdad era que ambos tenían mucha hambre.

 - Luis - dice la catalana, alargando la última letra mientras lo abraza por detrás al chico que acaba de emplatar su plato estrella.

 Luis sonríe. No puede evitarlo al sentirla rodeando su cintura con sus pequeños brazos y escucharla decir su nombre de esa forma.

Tan ella. 

- Qué bien huele - dice mientras Luis se da la vuelta para plantar un beso en sus labios.

 - Ya, si mi tortilla es la mejor del mundo - afirma con un tono de superioridad antes de soplarle el flequillo para hacerla rabiar.

 Aitana suelta el agarre de su cintura para darle un empujón al chico y acomodarse rápidamente el flequillo con su dedo medio e índice.

 La cena transcurre entre besos robados y pequeñas anécdotas sobre sus días. Aitana nota a Luis algo disperso por momentos, pero asume que es su imaginación ya que, de tratarse de algo importante, confía en que él se lo contaría.

 - De terror no, porfa - pide Aitana una vez que terminan la cena y se acuestan en el sofá a ver una película. 

Finalmente se decantan por La Llamada. Amaia se la había recomendado a su mejor amiga y esta nunca había encontrado la oportunidad de ver aquella comedia musical sobre dos adolescentes rebeldes viviendo en un campamento cristiano. A decir verdad, a Luis no le llamaba mucho la atención aquel largometraje, pero sabía que a ella poco le podía negar y cuando la miró dando pequeños brincos, cual niña pequeña, al pararse sobre aquella película en Netflix, supo que estaba condenado a verla. Vieron la película entre caricias y abrazos al compás de las canciones de Whitney Houston. Para su sorpresa, al gallego le había gustado mucho el desenlace y además, estaba fascinado con la voz de Aitana, quien no podía evitar entonar algunas estrofas de aquellas canciones tan emblemáticas. Luis la había estado escuchando en silencio y no podía entender cómo la chica de ojos verdes no era una artista consagrada aún. Cualquiera fliparía con su voz. Estaba siendo cien por ciento objetivo.

 - Qué guapa es Macarena García - dice Aitana mientras se sienta en el sofá de frente a su novio y los créditos de la película comienzan.

 - Guapa eres tú. - responde Luis 

- Sabes, yo una vez me líe con una tía parecida a Macarena García - suelta Aitana. 

Luis abre los ojos, sorprendido.

 - ¿Cómo que te liaste? - pregunta, no juzgando, sino curioso.

 - Estábamos con Samantha y Amaia en una discoteca y había una tía que era igual a ella. Todas flipamos pensando que era Macarena. - comienza a contar Aitana - Y pues nos acercamos y nos dimos cuenta que,efectivamente,se parecía mogollón pero no era ella. Total, que nos quedamos bailando con ella y sus amigas y en un momento Amaia me dice al oído que esta tía quería ligar conmigo. 

Piezas RotasWhere stories live. Discover now