Narra Luis
Tal como me ha dicho su madre, a las seis de la tarde escucho la puerta de mi consultorio.
Abro y allí está.
- Ho...
No soy capaz de terminar la palabra porque la niña decide entrar y pasar de mí.
Se sienta en el sofá y yo decido sentarme en mi silla habitual.
- ¿Qué te pasa, Aitana? – pregunto.
Pero no recibo respuesta. Ella solo mira hacia el costado.
- ¿Me estás vacilando?
Nada.
- Aitana... - advierto.
- Mira, estoy aquí para cumplir con mi madre, nada más. – habla y su mirada fría me deja helado.
- ¿Se puede saber por qué estás tan cabreada?
- Ay, pues, no lo sé, es un misterio – dice
La paciencia me está empezando a abandonar y el que se empieza a cabrear soy yo.
- ¿Cuál es tu plan? ¿No hablarme en ninguna sesión?
- Esta es mi última sesión contigo, Cepeda.
- ¿y eso?
- Le he pedido a mi madre otro psicólogo.
Debería aliviarme que ya no vaya a ser mi paciente. Pero, algo me dice que el cambio de psicólogo no es por la razón que nos preocupaba a ambos.
- ¿Te acuerdas que apenas ayer amaneciste en mi casa, verdad? – pregunto
Sus ojos se llenan de... rabia.
- ¿Tú me estás haciendo esa pregunta?
- Parece que no te acordaras o igual fue mi imaginación y nunca pasó.
Se levanta del sofá y comienza a dar vueltas por el consultorio como una loca.
Me levanto.
Veo como trata de calmarse pero no lo consigue.
- ¿Puedes parar? – pido pero antes de terminar la pregunta veo como me da la espalda, hace un puño con su mano mirando hacia la pared y lo lleva hacia atrás.
Entendiendo rápidamente lo que va a pasar, soy rápido y agarro su mano.
Se da la vuelta, su puño aún atrapado por mi mano.
- Suéltame.
- Cálmate y te suelto
Lucha por zafarse de mi agarre.
- No sé qué cojones te tiene tan alterada pero deja de ser una niñata.
Finalmente se suelta, ojos clavados en mí.
- ¿no sabes qué cojones me tiene tan alterada? – ríe – pues, te lo explico, Cepeda, he ido a tu casa ayer por la tarde y ¿qué me encuentro? A una tía, desnuda, recién salida de la puñetera ducha.
Y de repente, todo tiene sentido.
- Aitana, no es...
- Déjalo, es mi problema por haber sido tan estúpida.
- Es mi hermana.
Sus ojos pasan de rabia a confusión a culpa en cuestión de segundos.
YOU ARE READING
Piezas Rotas
FanfictionAitana, una adolescente que ha pasado por demasiado es obligada por su madre a acudir a un psicólogo. ¿Su psicólogo? Luis Cepeda. ¿Qué pasará en sus sesiones?