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Capítulo dedicado a ligiavidaurre que se lo debía desde hace raaaato xD




TORPE



Me quedé un momento pasmada tras escuchar la respuesta de Dhaxton. Necesitaba unos segundos para digerir lo que me había propuesto. Ante alguien que no parecía dar chances, y teniendo en cuenta su forma de actuar arisca y déspota, no pensé que pediría algo tan... alocado. Al menos para mí así sonaba. La música fuerte y las personas alrededor no ayudaban demasiado; me sentí frustrada por no poder meditar bien la respuesta.

—¿Qué?

Una mueca incómoda se formó en su seria expresión. Se inclinó hacia mí una vez más y murmuró con voz penetrante:

—Quiero que poses para mí.

Con movimientos elegantes, Dhaxton enderezó su espalda, viéndose aún más alto que antes, y sacó del bolsillo interno de su traje una tarjeta pequeña que colocó entre sus dedos y me la tendió. Dudé un instante en cogerla; se sentía como aceptar la invitación de un ser macabro que se robaría mi alma.

—¿Y esto que es? —interrogué, puesto que apenas lograba ver qué decía.

—Mi tarjeta de presentación.

La textura del papel podía percibirse en el tacto suave de mis yemas al detenerme para ver los detalles. Era una tarjeta pequeña, rectangular, de color blanco y letras negras bien diagramadas. Una presentación pretenciosa que calzaba perfecta para el aspecto serio de quien era su propietario. En su primera cara tenía escrito el nombre y apellido; en la segunda una dirección. Nada más.

—Todavía no he aceptado —argüí al percatarme de que aquella dirección se trataba de donde se llevaría a cabo su propuesta.

Una sonrisa tétrica se fundió en las comisuras de sus labios, que se marcó con mayor detalle bajo las luces de colores.

—Estoy seguro de que lo hiciste en el momento en que preguntaste por la segunda opción —murmuró, flexionando su estómago para mantenerse frente a mí, justo en mi altura—. ¿De verdad quieres que tu madre pague los gastos de un auto destruido por las travesuras de su hija? —preguntó en un tono cantarín y cínico— Te estoy dando una oportunidad, no la desperdicies.

Reprocharle más fue una idea que se fundió ante la sorpresa. Mamá había decidido acercarse en compañía de uno de los hombres con los que hablaba, a quien reconocí por algunas fotografías en el diario. 

—Con que ya conoces a Dhaxton —dijo ella con una sonrisa y los ojos brillantes. No pude creer que de su boca aquel nombre fuese pronunciado con tanta naturalidad. Mamá debió notar que yo era un nudo confuso y continuó—: Es el hermano de Devon, mi novio. Devon, ella es Audrey, mi hija.

La palabra hermanos quedó tan grabada en mi cabeza que apenas pude procesar lo demás. Mi reacción tras la presentación fue lenta y torpe, había mucho que comprender para solo unas horas.

—Un gusto, Audrey —dijo Devon, acercándose para besar mi mejilla a modo de saludo. Me aproximé a él con nerviosismo, buscando alguna explicación razonable para tan macabra coincidencia.

—El gusto es mío —respondí de manera automática, como si me hubiese grabado la escena burda de alguna película con una pésima presentación.

LA OPCIÓN CORRECTA EAM#1 | A la ventaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora