28 (Parte 3)

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Aviso avisador que avisa: este capítulo no está corregido, me avisan si ven algún error c:


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LA TREGUA

Parte 3


Una llamada entrante cortó el silencio que se había pronunciado de pronto. Seth gruñó en desagrado al ver de quién se trataba, lo que me motivó a mirar la pantalla y descubrir que se trataba de Dalia. Desganado y la voz ronca, le respondió. Ella estaba preocupada, le preguntó por Agatha y él le contestó que no sabía nada, que pasase lo que pasara, ella se enteraría. Me bastó mirar de reojo su actitud para despertar mi más profunda curiosidad.

—¿Qué película ibas a ver?

—Anonimatrix.

Cómo no, si era la función que andaba en boca de todos.

—No pensé que eras clase de persona que va al cine para una cita —me burlé con sutileza, aunque él logró captar mi tono sin problemas.

—Primero, no lo soy, tengo un cine en casa. Segundo...

—¿Tienes un cine en tu casa? —le corté, con evidente interés. Seth asintió formando una sonrisa torcida—. Es una mansión gigante, pero para un cine...

—Mi abuela es amante del cine, en su tiempo fue una gran actriz.

Sus ojos brillaron con una mezcla de orgullo y melancolía.

—Eso no lo sabía. Jamás oí a mi abuela hablar de alguna Agatha Korsakov o vi alguna película.

Mi ingenuidad le causó gracia y rio por lo bajo. Y yo también reí, porque, en el fondo, me gustaba ver feliz a otros. Y porque con Seth era fácil hablar.

—Eso es porque actuaba bajo un seudónimo.

—¿Cuál?

—Dalila Lovett.

—¿¡Ella!?

Del asombro me eché hacia atrás con la boca tan abierta que tomé más aire del requerido y terminé con un ataque de tos que casi me arrebata la vida. Preocupado, Seth se sentó en el asiento del lado, ese que nos separaba, y me dio golpes suaves en la espalda.

—Tienes suerte de estar en un hospital. ¿Quieres que llame a algún médico?

Negué a su pregunta agitando la mano y conseguí calmarme. Una vez más recuperada, y con el torbellino de recuerdos que tenía de la abuela hablando sobre Dalila Lovett, pude respirar con tranquilidad.

—Mi abuela la odiaba.

—¿De verdad? ¿Por qué?

Creo que él esperaba que dijera como que mi abuela la adoraba o algo por el estilo, lo cierto es que eso estaba algo distante.

—Sí, la odiaba, porque se casó con el que, para entonces, era su amor platónico.

Seth tomó una parte de su tiempo para recordar.

—¿Cuál de todos? Baba se casó tres veces.

¿Tres veces? La promiscuidad venía de casa, no tenía dudas.

—El primero —respondí—. Era un actor de nombre raro...

—James Bytheaseashore.

Seth pronunció el apellido a la perfección y yo quedé enganchada al movimiento de sus labios.

LA OPCIÓN CORRECTA EAM#1 | A la ventaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora