Prólogo

261 38 70
                                    


Año 1140

Hora desconocida
Mensaje nunca entregado

—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?... Espero que escuchen este mensaje, he intentado comunicarme con la base de operaciones desde hace días, no sabría decir cuántos exactamente.

Estoy solo, escondido detrás de unos arbustos: mis compañeros han desaparecido. No sé cuánto tiempo más pueda aguantar perdido, mi única esperanza es captar alguna señal y envíen a alguien para rescatarme.

—La misión ha sido fallo tras fallo, si creíamos que necesitábamos menos tiempo para prepararnos, he confirmado que estábamos equivocados —Tomo un respiro—, esta dimensión es cosa seria, lo que he visto y vivido aquí no podría describirlo en los pocos minutos de capacidad que tiene este aparato.

Intento poner mis ideas en orden, pero el silencio aterrador en el que estaba envuelto fue interrumpido por un aullido desgarrador.

—Necesito ayuda: no he visto a nadie hace mucho tiempo —susurro—, después de cierto punto cruzamos una especie de barrera, que nos ha hecho dividirnos, me quede sin alimento... No estoy seguro de poder tomar el agua del lugar sin que tenga consecuencias severas en mi cuerpo.

Escucho pasos aproximarse, no sé si estas serán mis últimas palabras, pero quiero evitar quedarme en shock ante la cámara.

—Ninguna de las suposiciones que teníamos de esta dimensión era cierta... Hay unas criaturas muy extrañas aquí, son agresivas e irracionales —Miro al rededor intentado encontrar de donde vienen los pasos—. No es un lugar seguro para nosotros, en la cadena alimenticia de aquí estamos al último lugar. He sobrevivido de milagro.

Lo pasos suenan más cerca. Miro la cámara fijamente.

—Hija, quiero que sepas que no hui, realmente quería ser de utilidad, poder traerte aquí y mostrarte un futuro esperanzador, te amo —Lagrimas caen por mi rostro—. Eres mi razón de ser, siento haberte decepcionado.

Las pisadas se han detenido, asomo mi rostro sobre los arbustos y sé que cometí un error, un furioso y hambriento animal gruñe a corta distancia

Cuando el gigante lobo salta para atacarme, solo cierro mis ojos con fuerza esperando una muerte rápida.

No pasa nada.

Hay otro lobo atacándolo.

Lo ha matado en segundos.

Mis ojos no pueden creer lo que pasa a continuación.

El extraño lobo de colores míticos se trasforma en una persona.

Que está viéndome. 

Isla ApiWhere stories live. Discover now