Epílogo

59 5 8
                                    


Tiempo.

¿Cómo funciona el tiempo?

Es impredecible

Como humanos pasamos muchos años intentando comprenderlo, para llegar a la conclusión de que no sabíamos nada de este. Vanagloriándonos de los pocos conocimientos que teníamos.

Al llegar a Ruh cualquier concepto que tenia se borró.

Intentar comprenderlo dejó de ser mi prioridad. Ya no veía el sentido a muchas cosas, ese nuevo mundo de posibilidades frente a mi cambio por completo mi forma de ver las todo.

Si en la tierra era una chica curiosa, que no aceptaba un no cuando de adquirir respuestas se trataba, no conocía límites para obtenerlas, en esta dimensión comprendí que no podía tener todas las respuestas, porque a cada una de las que obtenía, en mi mente se creaban miles de interrogantes nuevas.

No volví a ser la de antes.

Aun no estoy segura si eso es bueno o malo.

Pero estaba agotada, tal vez llegue al punto en que mi cerebro no podía más. No quería esforzarse a comprender las maravillas que rodeaban mi nuevo hogar.

Cuando eso pasó, decidí hacer una de las cosas que muchos humanos temerían hacer. Me volví una Kayhe.

Criaturas que teniendo un cuerpo similar a los humanos aceptaban cambiarlo al fusionarse con un espíritu animal, para adoptar su forma, pero conservando el raciocinio que caracteriza a la especie inicial.

Ese es el concepto científico.

Para mí, se veía como algo increíble antes de experimentarlo, al hacerlo comprendí muchas cosas.

Nosotros no solo nos fusionamos con el espíritu animal a tal punto de abandonar el cuerpo con el que nacimos, sino que también aprendemos a ver la vida desde una perspectiva salvaje y pura, una conexión a la naturaleza que nunca creí percibir.

Que mi espíritu elegido resultara ser un felino es una gran ventaja para mí. Especialmente porque pude ser parte del reino de Vaysle, quien no dudo en enseñarme todo lo que sabía.

Ahora viviendo la vida de esta forma, me siento más plena que nunca, ni encontrando toda la información y respuesta del universo me sentiría así.

Libre.

De imposiciones y ataduras humanas.

De conocimientos infinitos de los cuales buscaría respuestas eternas.

De responsabilidades que me harían elegir sobre la vida de otras criaturas.

Porque a pesar de que soy feliz ahora, con esta forma de ver la vida, dentro de mí no puedo evitar sentir culpa. Culpa por la muerte de Rumi, la cual ha ido disminuyendo al despedir a muchos Kayhe en el Hols feyer y comprender que la muerte no es motivo de lamentaciones y lágrimas.

Especialmente culpa por Alicia, por lo que tuvo que hacer para nosotros.

Por Asher, que no está con su familia.

Siento que es un ciclo infinito del que no tengo respuesta.

Una parte de mi espera que sobrevivieran, pero otra prefiere que hayan muerto como héroes, que no sufrieran más en la tierra, no vieran los años venideros llenos de desgracias y destrucción.

Solo deseo profundamente que cualquiera de esas opciones los llevase a alcanzar la paz, al menos la felicidad o sentimientos positivos.

Como a mis viejos amigos, el grupo de genios que no pudo salvar al mundo, pero si rescatar a algunos humanos, detener una lucha innecesaria y lograr que ambas especies llegaran a experimentar armonía.

Isla ApiWhere stories live. Discover now