Capítulo Ocho

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Las cosas después de ese día se pusieron tensas, de alguna forma todos querían evitar la reunión grupal que confirmaría sus sospechas, así que intentaron alargarlo durante una semana, hasta que Levi sugirió que podían hacerla después, para agregar ideas e investigaciones. Todos aceptaron encantados, pero nadie notó que el pelirrojo estaba actuando más extraño de lo normal.

El encuentro fue pactado para dos semanas después, el punto medio entre una prueba y la otra.

Después de informar la fecha, el líder salió del sótano científico a recorrer ciertas instalaciones de la isla, a pesar de hacer parte del grupo seguía cumpliendo con sus obligaciones cotidianas a diferencia de los demás. Recorrió casi toda la isla en busca de problemas que pudiera solucionar y al final del día se presentó en la puerta del consejo, para dejar su reporte. Allí estaban su madre y hermano, que al verlo dejaron de hablar. Claire lo miro con vergüenza y alegó estar ocupada así que dejó a los hermanos solos, no sin darle una última mirada a Asher.

—Levi, que bueno verte —saludó— ¿Vienes a traer el informe de los avances del grupo?

El pelirrojo notó que su hermano estaba hablando diferente, forzado, entonces recordó que la sala tenia cámaras, esto lo confundió de inmediato, no entendía porque su subconsciente lo había llevado a pensar eso.

—Todo lo contrario, hermano —contestó—. Traigo el informe de mi trabajo habitual.

El joven pudo captar algo en la mirada de su hermano, como si lo estuviera evaluando, también como si dudara en decirle algo. El lenguaje corporal del pelinegro le hablaba más que sus palabras, esa era una de las cualidades de Levi, sabía leer a las personas.

—Bien —recibió el informe y pareció dudar antes de decir— ¿Qué tal están todos después de la prueba?

—Han vuelto a la normalidad, están trabajando más arduo que nunca, se han dado cuenta de muchas cosas que tiene que hacer antes del viaje definitivo.

—Eso es bueno, no hay estancamiento —murmuró.

—Si eso es todo —comentó—, me retiro a descansar.

El chico estaba a punto de salir cuando la voz dudosa de su hermano lo detuvo.

—¿Qué tal estas tú? —Lo miró fijamente— ¿Algo extraño que comentar?

—Todo está bien, gracias por la preocupación hermano —respondió cordial.

Cuando salió del lugar se quedó pensativo, todo era muy extraño. Una idea que llevaba formándose en su mente desde la prueba, ahora parecía cobrar sentido. La extraña forma en la que fue el único en desmayarse, la sensación de olvidar algo importante, el comportamiento extraño de todos, incluyendo a su familia, la mirada avergonzada de su madre y la conducta sospechosa de su hermano.

Podía recordar claramente todo lo que hizo al estar del otro lado y las teorías que había formulado, pero seguía molestándole no recordar nada después de volver, a pesar de que esa era una reacción que todos experimentaron. Su mente seguía insistiéndole con ello, eso lo llevó a dudar de todo, del consejo, su familia, incluso el grupo. Pudo descartar ciertas cosas con el paso de los días, pero su cerebro estaba enredado.

Entonces una revelación lo golpeó.

—No me desmaye —murmuró para sí mismo—. Alguien me drogó, pero no hay testigos de aquello, necesitaré la ayuda de un experto.

En lugar de dirigirse a su casa, tomó el desvío hacia la casa de la persona que podría darle claridad a la neblina de su mente, alguien que calmaría la horrible sensación que tenía desde que despertó en su cama al día siguiente de la prueba y no de una bruma de sentimientos como sus compañeros.

Isla ApiWhere stories live. Discover now