Capítulo Nueve

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Se hizo un silencio sepulcral que fue roto por el líder.

—¿Qué haces acá? —preguntó extrañado—. Haz llegado antes de tiempo, tienes una manía de no avisar tus cambios de horario.

La mujer con facciones asiáticas lo miró antes de contestar.

—Ya sabes como soy, me gusta ir de un lado a otro, aparecer cuando menos los esperan.

El pelirrojo negó con su cabeza.

—No puedes aparecer en una reunión estratégica de la nada, menos cuando la mitad de los miembros no te conoce.

—¿Por qué no? —cuestionó con fingida inocencia—. Soy miembro de este grupo, es mi derecho.

Antes de que se empezara una discusión Avery intervino.

—Puedes quedare, pero dudo que entiendas la mitad de las cosas —opinó de forma cortante, pero prosiguió rápidamente—, ya sabes... No estuviste en la primera prueba.

Levi asintió conforme mientras le hacía una seña a Sarah para que prosiguiera. Esta hizo mala cara, pero no refutó nada.

—Respondiendo a tu pregunta, es solo una teoría, debido a que nunca hemos visto un animal de la dimensión x —especificó.

—Supongo que lo dices basado en "hasta no ver no creer" —dijo Rumi—, yo me iría mas por la teoría de que estos son más inteligentes que nosotros.

Soltó una carcajada, esta estaba llena de amargura. La pelinegra apretó los dientes y dio por finalizada su explicación.

Durante la siguiente hora Mark estuvo explicando cosas relacionadas con los efectos de los viajes y como sobrellevarlas mejor, también de la personalización de cada artículo que se llevaría en la próxima prueba. Todos escucharon atentamente.

Cuando fue el turno de Blaz no tuvo mucho que decir, solo habló desde su punto de vista militar respecto a lo que sintió del otro lado, en relación a sus proyectos aseguró que no mostraría nada hasta que los terminara y probara adecuadamente.

—Espero poder hablar de ellos en próxima reunión estratégica, es importante que todos sepan usarlos antes de la expedición final —notificó.

El tiempo se había ido rápidamente, todos tenían expresión cansadas en sus rostros, así que Avery decidió irse por lo más simple, esto lo constató con una mirada dirigida a Levi.

—Es difícil para mí estar a ciegas, más cuando el mundo es un lugar informático donde se puede encontrar cualquier cosa si se tienen los conocimientos adecuados —admitió con tristeza.

—Creo que no hay mucho que puedas exponernos del tema —razonó la pelinegra.

—Solo les tengo una pregunta, probablemente se la han hecho, pero me veo en la obligación de exponerla en voz alta.

—¿Cuál? —interrogó Blaz.

—¿Han considerado la posibilidad que los habitantes de la otra dimensión ya han cruzado a este lado? —Todos se tensaron ante aquellas palabras—. Probablemente ellos saben más de nosotros, que nosotros de ellos.

***

Un par de días después Sarah estaba trabajando en una de las salas científicas, tan concentrada que no notó que alguien la había estado observando durante un buen rato. Así que cuando volteó casi se le caen unas herramientas del susto.

—Que susto —exclamó.

—Sarah —saludó la mujer.

—No vuelvas a aparecer así —sugirió enojada.

Isla ApiWhere stories live. Discover now