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✦ La fiesta de boda ✦

Esa noche estaba preparándome, una vez que había terminado y justo cuando tomo las llaves se escucha el claxon de un auto afuera de mi casa, alguien ya se estaba poniendo impaciente. Salí y cerré la puerta tras de mí en un portazo.

–¿No podías esperar más, Higashikata?

–No es mi culpa que se tarde en darse retoques, princesa.

Si, el bobo de Higashikata y yo empezamos a ser amigos después de que empecé a tener cierta cercanía con su madre, fue muy difícil que ni siquiera entiendo cómo las cosas terminaron por suceder algo así.
Si hubiera sido forzado que me buscara y él soltara ese comentario con mayor sarcasmo estaría molesto y me rehusaría subir al auto, me seguiría hasta que me convenza entrar y hubiéramos llegado tarde a la fiesta.

–¿De dónde sacaste el auto? No me digas que se lo pediste a tu madre.

Él asintió con la cabeza, me subí al auto.

–No preguntes cómo la convencí solo que no puedo andar con la patrulla, es obvio.

Luego de un rato de charlar y de ir camino al lugar llegamos, no podía imaginar la cara de rabia que tendría Yukako y Josuke no había mencionado nada de su ira, creo que tiene en cuenta eso. Nos recibieron los recién casados y allí estaba hirviendo la sangre mientras su reciente esposo intenta calmarla.

–¿Qué no sabías que había un código de vestimenta, señor Kishibe?

Saco la invitación y se la muestro.

–Aquí no dice ningún código de vestimenta, solo dice formal y esto tiene formalidad.

Resulta que no estaba planeado ser invitado y Koichi me había entregado la invitación, al momento en que se enteró me amenazó con ir formal como un verdadero hombre debe ir, eso me hizo enfurecer y romper la amenaza frente a ella.

–¿Puedo pasar ahora? –pregunté sonriente hacia ella.

–Adelante –sonríe forzada, dándome espacio para pasar.

Todos bailaban, todos menos yo o eso creía hasta que vi a Jotaro al otro lado y es allí donde dejé de ser el único en que no bailaba esa noche.

–¿Qué haces aquí?

–Linda forma de saludar –respondió, no tan serio como esperaba.

Me crucé de brazos, no me quedaba de otra más que quedarme con él mientras esperaba a Josuke, había prometido volver con algo de beber y aún lo esperaba en ese momento, estaba desesperado.

–¿No le dijiste al resto de mí?

No respondí, mi silencio había dado la respuesta que esperaba. Detesté verlo allí mismo, intentando actuar como si las cosas hubieran pasado y no tuviera que hacer nada al respecto.

–Cuando Josuke se entere...

–Josuke jamás se va a enterar –interrumpí– y si se entera se dará cuenta de lo que realmente es su sobrino.

Y cuando menos espero una mujer derrama su bebida sobre Jotaro, en eso veo a Okuyasu al lado mío con dos vasos, me ofreció uno.

–Lo siento, Josuke me pidió que te lo diera, tuvo el mismo problema que Jotaro tiene en estos momentos –dijo.

Tan solo recibí el vaso y me fui al baño a verlo, después de todo es con él con quien me iba a ir camino a casa.
Una vez allí pude ver lo incómodo que estaba cuando me vió. Apestaba a alcohol su camisa.

–Déjame ayudarte –le dije.

Busqué alguna toalla mientras él seguía echándole agua y restregándola desesperadamente entre la tela empapada a alcohol. Me acerco y empiezo a secarlo con la toalla, él me miraba sonrojado.

–Perdón –dijo–, nunca imaginé... esto.

–Entiendo a qué te refieres pero eres mi amigo, me importas y allá me topé con persona desagradable y pensé que era mejor ayudar al torpe oficial.

–¿Sabes que soy detective, verdad?

Terminé de restregar la toalla por su pecho y lo miré con una sonrisa burlona.

–Lo sé pero me encanta tanto molestarte.

Habíamos reído por un rato, me sentí menos tenso que hace unos minutos atrás, me sentía a salvo. 

¿El resto de la fiesta? Solo me mantuve lejos el resto son solo detalles, detalles que hasta el momento encuentro sin sentido volver a recordar. Fue incómodo, emocionante y divertido pero no puedo hacer memoria quién pudo haberme dejado la nota y en qué momento, suena casi imposible.

La última notaWhere stories live. Discover now