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✦ La llegada de la segunda nota ✦

–¡Espera!

Di media vuelta y pude verlo correr hacia mi con tanta prisa, parecía ser situación de vida o muerte.

–¿Qué pasa?

Una vez que se detiene coloca una bufanda alrededor de mi cuello y deja que un gran cantidad de vapor escape de su boca al suspirar agotado por apresurarse sin necesidad alguna.

–Hace frío, no quiero que te resfríes –responde con mayor tranquilidad llevando su manos a su cadera.

Sonríe confiado haciendo que pudiera devolverle la sonrisa por lo absurdo que es esta situación, después de todo es tan dulce con sus acciones y en ayudarme en el caso de la nota de hace unos meses atrás. Ambos hemos estado al tanto pero las juntas cada vez terminan en ser más amigos que con el fin de poder resolver el extraño caso de una sola nota. Él y su encanto. Y Jotaro decía que yo le gusto, cuando eso suceda Yukako dejará de ser aprensiva con su marido, Okuyasu dirá algo realmente inteligente pero como no ha sucedido nada de eso y no hay señales de que siente algo entonces puedo ignorar sus palabras con total éxito. Nada arruinará esta amistad.

–Mi héroe –comento acomodando la bufanda–. Te veo después, detective.

Le doy la espalda con una sonrisa y la desvanezco al instante con naturalidad al ver que Okuyasu viene corriendo con una cámara.

–Llegué tarde –se queja Nijimura.

–¡Jamás lograrán sacarme una foto sonriendo, perdedores!

Es la segunda vez en el mes que lo intentan y todo por una boba apuesta que habían hecho con Jotaro con tal de hacerlo disfrazarse de delfín.

–¡Al menos al fin me dices detective! –reclama Josuke.

Río cubriendo mi boca con la bufanda sin mirar atrás, ya puedo imaginar su sonrisa tras ese comentario.

Todo es tan confuso últimamente, no tiene sentido la nota pero si doy la información a Josuke acerca de lo que tuve con su sobrino no me creerá por más importante que sea en este caso.

La apuesta con la que iniciaron fue muy fácil de deducir, primero había ido a la casa de ambos, primero Josuke intentó iniciar una conversación con las cosas que me gustan, intentó hacerme cosquillas sabiendo que no soy una persona de recibir bien las cosquillas y por último Okuyasu hizo el ridículo más de lo habitual y tenían una cámara encima del sofá, cámara que claramente está recién comprada porque ellos desde la vez que los ayudé a mudarse juntos jamás tuvieron una cámara. Aún recuerdo sus caras cuando sonreí al irme de casa y corrieron por la cámara.

Este mes ha sido bastante tranquilo, extrañamente tranquilo. No he visto a Jotaro, he podido concentrarme en mi trabajo, Koichi ha estado bien en su matrimonio y con Josuke estamos siendo más cercanos de lo habitual. Me apresuré en llegar a casa y tal como lo pensaba había una nota pegada en la puerta de mi casa. La nota estaba pegada en la perilla, al sacarla miré por todos lados pensando en que podría estar cerca aún pero era el único en la calle en esos momentos. Todo tenía una extraña tranquilidad que me inquieta hasta el punto de darme escalofríos. Entro rápidamente a mi casa, abro el par de dobleces de la nota y podía leer allí la frase que no me dejaría dormir por toda la noche:

"Estoy más cerca de lo que piensas"

Doy la vuelta a la nota y había algo más escrito.

"Mejor juguemos un juego"

Guardo la nota en mi bolsillo y corro a revisar el segundo piso, no había nadie, puertas y ventanas cerradas. Salgo al patio desesperado pero seguía siendo el único en dar su presencia. Recorro toda la cuadra cercana a mi hogar pero quien sea que haya sido el escritor de las notas no me está gustando su juego.
Su juego parecía ser algo más retorcido que reconfortante y no podía creer en lo que iba a hacer pero si es un posible usuario Stand tenía que recurrir a ese biólogo marino, tenía que confiar en Jotaro Kujo una última vez.

La última notaWhere stories live. Discover now