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☆ Momento incómodo ☆

Ya era hora de volver a ver a un viejo, por viejo amigo me refiero al único que tengo en estos momentos es a Koichi, es hora de contarle la verdad de todo lo que está sucediendo. Claro que avisando con anticipación de mi presencia y esperando que él aceptara, no su esposa porque esto es entre él y yo al ser el único amigo que tengo.

Caminé tranquilamente por las calles de Morioh sabiendo hacia dónde me dirigía y era a la casa de los Hirose. Ja nada vez frente a la puerta principal unos pasos atrás de mí me detienen y es allí donde veo atrás de mi y es en ese entonces que darme la vuelta para ver quién era lo hacía incomodo, una vez mirando a la persona atrás de mí ya sentía desconfianza hasta que alguien abrió la puerta, era Yukako.

−Amor –reclama en dirección al interior de la casa–, tus amigos ya están aquí.

Vaya, esto realmente es incomodo. Debería largarme mientras tengo tiempo pero con qué justificaría mi repentina ida del lugar, además quedaría como cobren y yo, el gran Rohan Kishibe , no es ningún cobarde y es capaz de enfrentar sus propios problemas sin ningún problema. Él se presenta frente a la puerta y nos invita a entrar con una sonrisa nerviosa mientras su esposa se largaba a quién sabe qué parte de la casa para de seguro espiar toda la conversación como típica pareja incapaz de sentir seguridad de lo que es capaz y termina por tener celos. Al menos Josuke no se ha presentado de esa forma y ojalá no caiga nunca al nivel de Yukako o juro que será el inicio del fin.
La casa de los Hirose es bastante acogedora, cada paso es ver un pasillo con unas pocas cantidades de fotografías  de ambos juntos pero me sorprende no volver a toparme con ella y al momento en que llegamos juntos al comedor ella está tranquila ofreciéndonos unas galletas que deja encima de la mesa.

−Koichi se tomó la molestia de hacerles estas galletas, ahora me retiro para que pasen tiempo los tres –dicho esto se retira con esa misma tranquilidad con la que se había presentado.

No sé en qué momento todo ha cambiado. Tomo asiento y Jotaro se sienta al lado mío. Ya prefiero que vuelva Yukako ahora mismo que tener a este idiota sentado frente al mío. Koichi se sienta frente a mí.

−Siento la tensión entre ustedes dos, ¿me podría decir que pasa? Creí que esto sería una buena idea, ahora falta que me digas que te lleves demasiado bien con Josuke y ya odias a Jotaro.

Le quedo mirando un largo rato a los ojos. Esta mirada le debe decir más que mil palabras mientras sentía la mirada de Jotaro estando molesto conmigo como si yo tuviera la culpa de todo cuando en realidad el que arruinó todo en la relación fueron él y sus manipulaciones emocionales más el hermoso bonus adicional la infidelidad que cometía conmigo a su en ese entonces esposa al cual terminó por divorciarse un año después de lo nuestro.

−De hecho te venía ver porque necesitaba hablarte de todo y contarte algo personal −confieso algo tímido.

Koichi ya parecía tan asustado como Jotaro, no suelo ser una persona tímido y en estos casos ni siquiera Jotaro habría logrado antes verme así por alguien y menos por él. Podría decirse que fue el momento en que se escuchó crujir el corazón del hombre que tengo sentado al lado mío. Él está tan tenso que se inclinó hacia adelante apoyando sus brazos sobre la mesa con una expresión en su rostro de "no puedo creer lo que estás diciendo".

−Cuenta, me estás asustando.

Miré a Jotaro y es allí donde supo que ya sabría a quien me iba a referir. Él inclina su espalda hacia atrás, soltando un largo suspiro el cual reflejaba su resignación frente al tema del cual voy a tocar ahora mismo.

−Primero que todo debes saber que mientras tú estabas en la misión en Italia Jotaro y yo habíamos tenido una relación juntos, y eso quería que supieras antes de contarte esto –aclaro–. Estoy saliendo con Josuke, tuvimos nuestra primera cita hace unos días atrás.

No quería ser indiferente a los sentimientos de Jotaro pero yo ya según adelante como él también debió haber hecho el momento en que se divorció de la madre de su hija. Estar con Josuke me ha ablandando en varios aspectos al parecer pero solo falta que me quite el miedo del enamorarme a pesar de saber que ahora estaría con la persona correcta esta vez. Me sorprende que ahora ambos quieran saber casa detalle de la cita del otro día junto a Josuke, es una gran sorpresa que sea Jotaro el que se muestre aún más entusiasta por saber los detalles.

−Bueno, él y yo acordamos en vernos en un café en la tarde. Fue agradable, tierno y atento conmigo. Perdimos la noción de cuánto llevábamos hablando allí.

Tomé una para de los nervios que tenía, sin olvidar que en todo momento intentaba evitar lucir lo bien que estaba mi cita y lo embobado que me tenía durante todo momento.

−Finge que no estoy aquí –dice Jotaro.

Y tal como sugirió lo cumplí y solo mire a Koichi a partir de ese entonces el cual parecía tener un colapso mental en cualquier estante de lo que intento contar pero veo su cara y lo veo incomodo.

−Cuando salimos del café se le ocurrió llevarme al lugar en donde salimos todos juntos por primera vez como amigos en todo momento tomados de la mano. Luego empezó a llover poco a poco y nos tuvimos de allí así que se sacó su chaqueta la colocó sobre mí en vez de cubrirse s él y me abrazo durante el resto del camino a su casa.

−No puedo creer que ustedes do salieron –se dirige a nosotros– y que ahora me cuentes que saliste con Josuke, que se gustan y fueron más encima a la playa. Debes tener una buena explicación para contarme ahora.

−Es por mi culpa –responde Jotaro.

Supe que tenía que dejar de lado la incomodidad y ponerme de su lado para explicarle a Koichi cómo sucedió todo, desde el inicio hasta el quiebre de la relación. Fue algo largo y casi complicado de explicar debido a los años que han pasado y la decisión de contar toda la verdad finalmente a alguien sin que se entere. Desde ese día pactamos entre los tres una total honestidad, este día fue entonces el día en que Jotaro finalmente seguiría adelante sin esperar alguna reacción de mi y es allí donde mi tranquilidad volvió.

La última notaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora