6

19.1K 1K 701
                                    



Pope llegó hasta nosotras cuando la gente comenzó a desmadrarse. Empezó a hablarme de lo que le había contado JJ sobre nuestra conversación. Quería que les ayudase en la busca de Sarah y de John B, obviamente yo acepté.

Pope parecía ser el único que no había bebido, así que Kiara y yo lo obligamos prácticamente a que se bebiese un vaso de vodka con limón. Él se negó tantas veces que tuvo que resignarse ante nuestra insistencia.

—¡Otra!—Kiara me entregó un vaso rojo.

Lo cogí y lo olí un par de veces para después mirarlo con confusión.

—No preguntes. Bebe.

Entonces reí y le di un buen trago. Comencé a toser, pero los tres empezamos a reír.

Después de ese vaso supe que hubieron más, y más. Llegó un momento de la noche en el que JJ llegó y nos ofreció unos porros.

Yo, que iba peor que Alfredo (iba demasiado borracha), acepté. No había fumado nunca. Ni siquiera tabaco. Pero me sentía tan libre y tan alegre que todo me parecía una buena idea en ese momento.

Le di una calada y entonces comencé a toser como una loca. Todos rieron. Pudieron notar cómo no había fumado nunca antes. Pero no paré de darle caladas, lo compartí con Kiara y JJ se fumó uno entero para él solo. Pope prefirió no fumar ni seguir bebiendo.

—¡Cómo va la nueva!—gritó un Pogue mirándome de arriba a abajo. Yo iba muy mal y grité un "¡Wuuu!" con emoción. —Eres muy guapa, ¿sabes?

—Gracias —respondí con una risa tonta.

Me sentía un poco mareada pero a la vez tenía ganas de saltar y de bailar. Quería hacer muchas cosas. ¡Tenía que meterme en el mar!

—Estaré por ahí, —señaló un grupo de chicos— por si quieres encontrarme.

Me guiñó un ojo y yo me quité la chaqueta. El chico me miró sorprendido.

—Aléjate —le gritó JJ de repente. El chico lo miró confuso—. ¡Vete! Está con nosotros.

El chico desconocido le insultó para después irse con sus amigos. Yo solo quería entrar en el agua. Tiré mi chaqueta a la arena y después las deportivas blancas.

—Olivia, ¿qué estás haciendo?—preguntó Kiara. Los tres me miraron con confusión.

—¡Me voy a meter al agua!

Estaba muy emocionada, como si fuese a hacer lo más divertido que existía en el mundo. Puse mis manos en la parte de abajo del vestido y lo comencé a subir.

—¡Olivia, para!—gritó Pope, desesperado.

—No, no, no. No lo pares —gritó otro chico.

—¡Esto ha ido muy lejos!—gritó ahora Kiara mientras mi vestido llegaba ya a la cintura. Ahora se me veía mi ropa interior.

—¡No lo ha hecho!

Todos comenzaron a mirar y algunos hicieron un círculo alrededor. Todos susurraban, algunos criticándome y otros disfrutando de ver a gente loca haciendo cosas locas.

Finalmente me quité el vestido y me quedé en ropa interior. Mucha gente vitoreó.

—¡Vamos!—grité contenta mientras corría hacia el agua.

Me tiré y el agua de mar me recibió, pero no fue agradable. El agua estaba helada, me caló por completo, y la sal del mar entró en mi nariz, mi boca y mis ojos. Estaba hecha una mierda.

COUNTING ON YOU | OUTER BANKSWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu