COUNTING ON YOU | OUTER BANKS

epílogo

12 de septiembre de 2059

—Pásame esa cerveza —le pidió un chico rubio con ojos achinados a su amigo.

El chico, de pelo rubio también y ojos caramelo, le pasó la cerveza a su amigo.

—Tío, Óscar —se quejó el de ojos caramelo—. Vas por la tercera. Tus padres te van a matar en cuanto te vean.

—¿Qué dices, Jake? Si mi padre me ve borracho se unirá a mi.

Los dos rieron, sabiendo que era verdad. En ese momento, alguien llegó en moto, y se quitó el casco. Se trataba de George. Era el más diferente del grupo, era negro y tenía el pelo rizado y negro. Por eso era el que más llamaba la atención, además de ser hijos de los dueños de dos empresas importantes de la isla, Heyward's Seafood y The Wreck.

—¡Hey, tíos!—saludó acercándose—. ¿Me pasáis una, o qué?

—¿Dónde estabas?—preguntó Jake lanzándole una cerveza. George la cogió nada más se la lanzó—. ¿Otra vez metiéndosela a Lily Thornton?

—Eso no es verdad —se defendió George—. No sé qué traéis con que estoy con ella.

Jake y Oscar se miraron mutuamente, con sonrisas pícaras, sabiendo perfectamente que estaban juntos. De hecho, tenían pruebas.

—¿Me veis como el tipo de chico que se enamoraría de Lily Thornton?—preguntó George, con tono burlón.

—¿Quieres que contestemos a eso?—preguntó ahora Oscar, que sabía bien que su amigo era ese tipo de chico.

George prefirió pasar de ellos y se sentó al lado de Jake.

—¿Y tú con Andy Plumb?—le intentó picar George a Jake—. Sabemos perfectamente que te ves con él.

—Cállate.

Oscar y George se dirigieron miradas divertidas. Lo malo de conocerse desde que nacieron era que se conocían demasiado bien como para ocultarse las cosas.

—Del que no sabemos nada en su vida amorosa es de Oscar —le dijo Jake a George, aunque supiera que su amigo estaba escuchando—. O lo esconde muy bien o no liga ni a la de tres.

—O no tengo ganas de esas cosas —contestó Oscar alzando su cerveza mientras le guiñaba un ojo.

—Eso es verdad —admitió George—. El viernes en la playa la mejor amiga de Lily le tiraba los tejos y él pasaba de ella.

—Tío, ¿y eso?—preguntó Jake con el ceño fruncido.

—No sé —Oscar se encogió de hombros—. Es como que todas las chicas de aquí las tengo muy vistas, no me gusta ninguna.

—Entonces tendrás que salir de Outer Banks para conocer chicas nuevas —George parecía muy seguro de lo que decía—. Porque dudo mucho que encuentres a alguien nuevo que quiera mudarse a esta isla.

Un coche llegó a la puerta de la casa, donde estaban ellos sentados, en unas sillas en el exterior al lado del lago. Aparcaron y Jake tiró la cerveza rápidamente al suelo. Los demás no fueron tan rápidos y los padres de Jake salieron del coche, viendo las cervezas.

—Papá, mamá —dijo Jake, nervioso mientras rascaba su nuca—. Habéis llegado pronto.

—Sí, me encontraba mal —respondió su madre mirando las cervezas—. Ya lo sabíamos... —comentó señalando las cervezas—. No te pongas tan nervioso.