CAPÍTULO 4

1K 91 31
                                    

Siempre había tenido la capacidad de memorizar rostros y nombres fácilmente, y ésa vez no fue la excepción. Recordaba a la perfección quién era él, y como se llamaba.

¿Pero que hacía él aquí?
Me hice esa pregunta.

Y si no habia entendido mal, me había estado siguiendo y tomando fotos a propósito por toda la fiesta.

¿Por qué? No entendía nada.

- Mason - fue lo único que alcance a articular.

- El mismo que viste y calza - se enderezó y puso una enorme sonrisa - ¿Me darás tu nombre?

- No suelo darle mi nombre a desconocidos - le respondí un poco incómoda.

- Nos conocimos ayer - negó con la cabeza y una sonrisa en su cara - No soy un desconocido.

- ¿qué estás haciendo aquí?- pregunté cruzándome de brazos, e ignorando su insistencia por saber mi nombre.

- Quería divertirme un rato... - me observó con curiosidad -, ¿tú por qué estás aquí?

- Vaya que eres muy preguntón - bufó y no evitó rodar los ojos.

Él hundió las manos en los bolsillos de su pantalón e hizo un leve encogimiento de hombros - Un poco, así que seguiré insistiendo hasta que me digas tu nombre.

- Pues pierdes el tiempo - dije firme, intentando que me dejara sola, pero lucia completamente indiferente a mi actitud tan apática.

- ¿Viniste sola? - hizo una nueva pregunta.

- Con unas amigas - respondí secamente sin verlo.

- ¿Y por qué saliste de la fiesta?

Voltee a verlo con desaprobación, pero me contuve grandemente para no reír. Creo que la actitud preguntona de ese chico me causó algo de gracia y decidí seguir respondiendo solo a unas cuantas.

-Creo que necesitaba algo de aire fresco. ¿Tú por qué saliste?- pregunté tan curiosa como él.

- Pues vine a seguirte - respondió sin vergüenza alguna. - Te vi salir y creí que sería la oportunidad perfecta para charlar contigo un rato a solas.

- ¿Y quién dijo que yo quiero charlar contigo?

Una pequeña risa se le escapó -Vaya que eres bastante callada. Ayer me dejaste con las palabras en la boca y ahora quieres hacer lo mismo.

No sé porqué, pero me sentí extrañamente apenada con él porque lo que había hecho el día anterior. Quizá fui un poco descortés. Bajé la mirada y exclamé con timidez.

- Es que, no suelo hablar mucho con desconocidos. Ya te lo dije - volví a alzar la mirada para verlo, ante su extraño silencio.

Estaba con su vista clavada en algún punto al frente y una leve sonrisa elevó la comisura de sus labios - Te propongo conocerme entonces - su voz fue mucho más amable y al instante que sus ojos volvieron a verme, la calidez en ellos me provocó sonreír.

- ¿Que ganas con querer conocerme? - le pregunté, porque en realidad no veo la insistencia.

- Ayer me caíste encima, y de paso me dejaste con la palabra en la boca... - se calló como por un minuto - Quedé con ganas de conocer a la chica casi ciega que me llevó por el medio.

- ¿Casi ciega? - pregunté un poco asustada de que supiera mi condición - ¿A que te refieres?

- Dijiste tener Miopía ¿No es así? - solté el aire que no sabía que retenía en ese momento.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now