CAPITULO 9

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Él solo había llamado precisamente para lo que me había dicho, y después de aquella sorpresa cuando quise contestar a su peculiaridad no me dejó hacerlo y se despidió.

— Nos vemos mañana Hermosa Camila.

Y yo quedé ahí, apoyada de la puerta de entrada a mi casa con el celular aún pegado a mi oído, y una estúpida sonrisa pegada en mi cara.

No podia ser que ése chico con esa simple llamada me hubiera hecho sentir así, tan extraña, pero así fue. Sentí la típica emoción de un nuevo amor, un nuevo comienzo en ese sentimiento tan enfermizo aveces, que asusté.

Y me daba miedo, mucho miedo la verdad.

— A ver Camila suelta la lengua — Insistió Laila.

— Ay Laila —le dije cuando por fin despegue la espalda de la puerta y dirigí mis pasos a la cocina — ¿Por qué mejor no me cuentas cómo te fue anoche con Matías?.

— Porque… — La corté.

— O me dicen cómo les va en la universidad — intentó volver hablar pero la volví a frenar — O mejor aún, ¿Por qué Esme no me cuenta de Alejandro? — la susodicha al oír su nombre abrió los ojos con sorpresa — Sii no creas que lo he olvidado — la señalé acusándola.

Abrí el refrigerador tratando de ignorar sus miradas porque seguro me quieren matar con ella, tomé un envase de helado Napolitano y me senté en la isla de desayuno mirándolas esperando a que hablaran, pero por dentro aguantaba una carcajada.

—¿Qué? — les pregunté inocente llevándome una cucharada de helado a la boca.

— Primero — Levantó un dedo Abi — No te hagas la loca, y segundo — levantó otro dedo — Comparte yo también quiero — la vi sentarse frente a mi arrancandome el helado de las manos.

A Laila y Esme no les quedó de otra que sentarse junto a nosotras a devorar el helado.

— ¿Se quedarán hoy? — les pregunté

— Shii — respondió Laila con la boca llena de helado.

— Tu mamá y tu hermano fueron a comprar unas cosas para preparar una linda cena — Dijo Esme.

— Si ya no deben tardar en llegar — Abi no soltaba el helado, y Laila le peleaba.

— ¿Esme en serio no me contarás nada? — le pregunté bajito a mi amiga mientras las otras dos peleaban por el helado.

— Nos va muy bien en la universidad la verdad, se nos han encargado unos diseños que debemos entregar dentro de un par de días.

Esme y Abi estudiaban diseño textil y de moda, y Laila Relaciones públicas. Y se supone que yo estudiaria música, pero había desistido de la idea, y no creía cambiar de opinión

— Eso es increíble — sonreí de oreja a oreja y ella creía que me quedaría tranquila — Pero sabes muy bien que no es a eso a lo que me refiero.

— ¿Que quieres que te diga Camila? — preguntó y yo levanté una ceja siendo obvia — Alejandro es un Imbécil, no hay más que aportar.

Alejandro era un ex de Esmeralda, pero supuestamente andaba tras sus huesitos una vez más, tenía meses detrás de las faldas de mi pobre amiga.
¿Que pasó?
Típico, le montó el cuerno, y cuando ella parecía seguir con su vida, volvió.

— Pero aún le quieres ¿O no? — le hablé bajito mientras veía al par de locas frente a mi.

— No lo sé — susurró igualmente.

— Es momento de averiguarlo ¿No crees? — voltee a mirarla completamente y tenía uno de sus labios mordidos y una mirada asustada — Aún le quieres — Confirme.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora