CAPITULO 16

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MARATÓN 1/3
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En cuanto el doctor Spencer soltó aquella bomba, estaba estática, sin mover ni un solo músculo, los ojos de Mason pasaban de su padre a los míos, me miraba un poco curioso. Me imaginaba que era porque estaba en el consultorio de su padre.

¡OH POR DIOS! Su padre.

No lo podía creer, estaba en problemas y debía hablar a solas con mi doctor urgentemente.

— Oh pero si ya lo conocíamos — se levantó mi madre con una enorme sonrisa a saludar al susodicho.

— ¿Ah sí? ¿Como? — indagó mi doctor muy sonriente.

— Estaba buscando tu consultorio, lo conocimos en el pasillo — comenzó a decir  mi mamá y Mason no me quitaba la mirada de encima — Y está saliendo con Camila.

¡Nooooooooooooo!

En ese momento quería gritar por la imprudencia que había cometido mi madre.

— ¿En serio? — el doctor Spencer preguntó un poco sorprendido en mi dirección

— Bueno en realidad… — intenté hablar pero me vi interrumpida.

— Somos amigos papá, y ayer fuimos a dar un paseo — explicó mientras no dejaba de sonreírme.

— Osea que contigo fue que Camila tuvo ese accidente — su padre lo miró con un poco de desaprobación — Hijo…— lo interrumpí antes de que cometiera alguna indiscreción.

— ¿Doctor podemos seguir con mi consulta sobre mi miopía?, necesito una nueva fórmula para los lentes de contacto — trataba de desviar toda la atención posible y poder hablar con él doctor a solas.

— Pero… — volví a interrumpir.

— Si por favor, mamá espérame afuera mientras yo acabo acá y el doctor me termina de examinar — mi mamá me entendió a la perfección y asintió.

— Vamos hijo, esperemos a que Camí acabe — guió mi mamá a Mason mientras él no dejaba de sonreírme.

En cuanto estuvieron fuera del consultorio mi doctor me quedó viendo con desaprobación.

— ¿Que fue eso Camila? — preguntó queriendo una explicación.

— Por Favor déjeme le explico — asintió y volvió a tomar asiento así que yo hice lo mismo.

— Yo no tenía idea que Mason era su hijo — le expliqué, porque aún así yo todavía seguía muy sorprendida.

— Ni yo de que ustedes salían, mi hijo no me ha comentado nada.

— Es que la verdad no estamos saliendo, mi madre fue un poco imprudente, solo somos amigos nos conocimos no hace mucho — le aclaré muy nerviosa recordando quién esperaba afuera y quien era su hijo, que al cabo eran los mismos.

— ¿Y por qué has inventado ésta excusa de una miopía? — acomodó un poco sus gafas.

— Porque no es que yo ande por el mundo diciendo lo que padezco, ya que no es obvia esta enfermedad la gente no se da cuenta sino hasta que empiezan a notar demasiado mis acciones y empiezan a ver qué algo está mal conmigo — le dije parandome del asiento.

— Mi hijo es una buena persona, no va a juzgarte o mirarte mal Camila — me miró mientras yo iba de un lado a otro en el pequeño consultorio.

— No es que me juzgue, porque no tengo la culpa de padecer retinosis, pero apenas lo conozco no sé si confíe en él — me miró serio — Con todo respeto — agregué para no incomodar.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now