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Abrió los ojos cuando una ráfaga de viento frío le golpeó el cuerpo.

Estaba desnudo. Y en la misma cama que Kakashi, quien se había robado toda la manta para él mismo y lo había dejado descubierto al frío ambiente del invierno.


Suspiró con pesadez, incorporándose con lentitud y rascando su nuca con suavidad, entendiendo el peso de sus acciones y especialmente de la que tuvo presencia horas atrás. No sabía qué hacer ahora, estaba demasiado confundido.

Miró por la ventana encontrándose con la noche estrellada de Konoha. Debía ser pasada de la media noche y lo comprobó cuando leyó la hora en el reloj sobre la mesita de noche, marcando con exactitud las 12:45 am.

Se puso de pie, recogiendo sus ropas del suelo y vistiéndose en silencio, evitando mirar hacia donde Kakashi yacía dormido, probablemente víctima del dolor de cabeza que él mismo podía sentir presionando su cerebro.


No volvería a beber jamás.


Se acercó a la ventana cuando terminó de colocarse sus ropas y respiro hondo, mirando hacia las calles desiertas de Konoha. ¿Sería razonable regresar con su tío Madara a esta hora? Era probable que ellos estuvieran durmiendo en estos instantes.

Y además, terminó -nuevamente- cediendo a sus impulsos cuando estaba cerca de Kakashi. También podía culpar al alcohol por eso y de algún modo comprendía -no tan exactamente; jamás lo haría.- lo que quiso decir Kakashi cuando le gritó que no lo entendería jamás porque nunca había estado en esa situación, bueno, pues hoy lo estuvo.

De todos modos, comparar las situaciones no tenía sentido ahora. Él estaba soltero en este momento-ambos.- mientras que en el pasado ellos habían estado en una relación.

Aunque, ¿De qué serviría comparar ambas situaciones después de que había puesto nuevamente sus manos sobre él?

Maldición.


Kakashi le había pedido una oportunidad. ¿Qué tan grave sería eso? Ni siquiera estaba seguro de aceptarla. O de volver a su lado.

Pero intentar nunca está de más, ¿cierto? Ellos podían intentarlo. Si no funcionaba, era definitivo que ellos no estaban destinados a estar juntos.


Dolía pensar en eso.



Se dio la vuelta cuando sintió el rostro entumecido, encontrándose con Kakashi despierto y mirándolo con atención desde su lugar, envuelto en la manta completamente, cubriéndose de la fría temporada de invierno.


— Creí que dormías. — musitó en voz baja, caminando nuevamente a la cama y tomando asiento a los pies de la misma. Kakashi se acercó hacia él y recargó la frente sobre su espalda, bostezando.

— Tenía frío y no te sentí cerca. — el peligris explicó cerrando los ojos, casi durmiéndose sobre él.


— Tengo que irme. — el Uchiha murmuró mirando sus manos hechas puño sobre su regazo. Estaba arrepintiéndose de estar ahí.


— ¿Por qué no te quedas? — preguntó el peligris, aferrando los brazos alrededor de su cintura y abrazándose a él como si de un pulpo se tratara. — Hace frío y te enfermarás.


— Tengo que hablar con Madara.


Hubo un silencio largo después de eso. Mismo que Kakashi rompió al hablar.


— ¿Le dirás de nosotros? — Obito miró sobre su hombro, encontrándose con los ojos de Kakashi. Estaban ligeramente enrojecidos e hinchados por el llano de horas atrás. Y también le transmitían su curiosidad.


Tiempo 🌿 ObikakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora