𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨 ⥄ 윤민 (𝐌-𝐩𝐫𝐞𝐠) [Libro I]

Parte 31.

"Capítulo 31: Más cerca."

Miraba una y otra vez los pequeños zapatos perfectamente cuidados entre sus manos. El cuestionamiento del por qué la madre de Yoongi se los había dado no dejaba su cabeza en paz.

No necesitaba haber pasado más palabras con la familia Min para saber que le tenían mucho rencor por haber destruido el futuro de su hijo. Bueno, no lo había destruido, Yoongi estaba contento, sólo que eso era lo que ellos pensaban, que su hijo vivía la peor miseria gracias a él, era triste, se equivocaba, las cosas eran diferentes.

Pero dejando de lado la procedencia media inconclusa de que la señora Min haya enviado esos zapatos, estaba muy entusiasmado y ansioso. Esos pequeños zapatos habían sido los primeros que Yoongi había usado, podía confirmarlo ya que Yoongi había corroborado con eso en una carta que le envió el día de su cumpleaños. Hace mucho.

Le removía las entrañas saber que su hijo los usaría, porque claro, serían los primeros zapatos que sus pequeños piecitos tocara. Acarició su gran vientre suponiendo que su bebé dormía ya que no sentía ningún movimiento y su pequeño hijo había demostrado que era un travieso juguetón.

De pronto sus ojos picaron al ver el espejo al igual que algunos meses atrás, había dejado esa costumbre de mirar su vientre en el espejo porque sentía que mientras más se miraba, menos iba a conseguir ver las diferencias de crecimiento en su panza. Caminó despacio hasta dónde estaba y se levantó despacio la camisa.

Sonrió en grande al ver su panza, ancha, estirada, pero con su pequeña bolita de azúcar creciendo dentro. Su vientre había crecido demasiado, su piel lucía completamente estirada y con pequeñas poco notorias estrías, hasta sentía que su ombligo se estaba saliendo y eso le indicaba que cada vez faltaba menos según todas las explicaciones que le había dado el médico.

De pronto un pequeño ruido en la puerta le hizo saber que Yoongi estaba en casa. Sonrió cuando lo vio llegar hasta la puerta pero no hizo ningún esfuerzo en entrar.

─── Hola... ─le saludó Yoongi sonriente.

─── Hola Yoongi... ─hizo puchero.

─── ¿Se puede saber por qué mi lindo chico hace un puchero? ─Jimin siguió estirando su labio inferior.

─── Porque no has venido a besarme. ─no le importó que la mirada de Yoongi estuviera pegada en su vientre descubierto, ya no tenía vergüenza de nada con él.

Yoongi sonrió y luego de echar un pequeño vistazo hacia un lado, entró corriendo besando sus labios, soltándolos con una leve mordida y un pico.

─── No me dejaste terminar de entrar bebé. ─susurró.─ Tengo algo para ti.

Jimin sintió la adrenalina en su cuerpo lleno de curiosidad.

─── ¿Qué es? ─preguntó ansioso.

─── Cierra los ojos. ─le dijo el mayor haciendo que una pequeña ola de emoción lo azotara.

Esperó por unos momentos cuando escuchó un pequeño "Miau" golpear sus oídos abriendo de una sola los ojos. Se encontró con una pequeña bolita de pelos en brazos de Yoongi. Un pequeño gatito color café con rayitas negras y ojitos verdes.

Una cosita muy tierna.

─── ¡Yoongi! ─despacio por su vientre, caminó hasta su novio y tomó al animalito entre sus brazos.─ Qué lindo es ¿Cómo se llama? ¿Es para mí?

─── Eso dímelo tú. ─sonrió.─ ¿Cómo lo llamarás?

Jimin se quedó pensando un buen rato, varios nombres surcaron su mente hasta que su sonrisa se expandió en su rostro. Había encontrado uno perfecto.