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[Tan diferente y parecida a la tormenta que se llevó mi vida]

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[Tan diferente y parecida a la tormenta que se llevó mi vida]

Narra Maite.

Cuando escuché el impacto, que creía que era un choque, rogué a Dios que por favor no haya sido Erick, después, al notar que había cortado la llamada después de soltar varios garabatos, supe que era él.

Lo estuve llamando todo el resto de la tarde y lo único que pude conseguir de respuesta fueron "usted será transferido al buzón de voz". No sé cuanto más lo intenté cuando vi la noticia en la televisión; "Erick Pulgar, el volante de la Fiorentina habría protagonizado accidente de tránsito en la concurrida calle Alessandro Volta después de una mañana de entrenamientos. No se reportaron fallecidos y la situación ya se encuentra controlada"

Se me encogió el corazón al verlo en los videos que mostraron a continuación, lo tenían sobre una camilla, sin polera, seguramente estaban revisándole las costillas, se veía destrozado y era mi culpa. La camioneta quedó mal, el choque había sido fuerte y el vehículo con el que colisionó había quedado en las mismas condiciones, pero el chófer estaba bien.

Entre lágrimas, me metí al baño con el teléfono entre mis manos y llamé a Luis rogando que fuera el mismo número que hace meses.

Buenas tardes—contestaron de la otra línea.

—¿Luis?—pregunté.

—¿Maite?

Sí, soy yo. Vi las noticias y quería saber cómo está el Erick.

—Me llamaron solo para informarme que está bien, ahora yo voy a la clínica con la Steffi, le duele un poco la cabeza y las costillas, se pegó con el volante en el pecho y el impacto fue fuerte, pero nada más—soltó un suspiro—Ah, le tomarán una radiografía y supongo que le darán el alta, ¿supiste lo que pasó con la Flavia?

Sí, lo supe. ¿Él quedó muy afectado después de eso?

No, yo lo vi normal. Tal vez le afectó hoy, porque de otra manera no sé cómo se pudo haber distraído tanto.

Me mordí el labio mientras las lágrimas comenzaban a caer de mis ojos.

Oye, Maite, tranquila, el Erick está bien—intentó tranquilizarme—Tienes que estar bien, no puedes pasar sustos por el bebé, así que quédate tranquila que él está bien y agradecer a Dios nomás que no pasó a mayores.

—¿Crees que pueda ir?—pregunté.

No, no sacas nada con estar aquí, mejor te aviso cuando esté en la casa.

—¿Podrías decirle si puede llamarme?

Sí, yo le aviso. Quédate tranquilita, Maite.

Ill be loving you forever || Erick Pulgar #LTIA2 Where stories live. Discover now