Ill be loving you forever || Erick Pulgar #LTIA2

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[Te prometo olvidar mis cicatrices, devolver lo que he robado a tus dos ojos tristes]

Los días se me pasaron rápidos en su mayoría, finalmente Alicia, la jefa de la Rena me llamó dos días después para darme la bienvenida y me indicó los días que trabajaría; Martes, Jueves y Sábado. Solo sería un mes, pero tenía claro que eso me serviría mucho para comprarle las cosas que necesitaba el bebé.

Con Erick hablaba todos los días aunque eran cosas puntuales, casi siempre preguntándome por la bebé, que ahora definitivamente se llama Isidora Anahís.

Franco ayer había viajado a Venecia con Liam por tres días por un paseo de curso y eso había significado para mi un relajo absoluto... Ahora estaba terminando de secarme el pelo viendo el partido de Fiorentina que Erick me pidió especialmente que viera.

Miré una vez más la cajita rectangular de color rojo, le había comprado una pulsera de oro con el nombre Isidora grabado, era finita, demasiado delicada, solo esperaba que le guste. Estaba demasiado nerviosa y por otra parte contenta, sabía que iba a estar el Charles, la Fer y los niños y eso también me motivó un poco más a ir. El silbato del árbitro me distrajo de lo que estaba haciendo y volví a mirar a la tele, habían cobrado penal para la a Fiorentina y era Erick quien se dirigía con el balón entre sus manos al punto penal. Se preparó, carrera larga, uno que otro saltito y clavó la pelota al lado derecho de la red, envés de correr con la lengua afuera y mover la cabeza como un loco, había corrido para tomar la pelota y ponérsela debajo de la polera. Todo el estadio y el público presente celebró el gol como nunca y un comentarista preguntó si acaso Pulgar sería papá, otro le respondió que eso era demasiado obvio. Miró hacia una cámara y lanzó un beso. Me mordí el labio y cerré los ojos, creí que haciendo eso podía evitar pensar que eso era para mí.

El partido terminó en un poco menos de quince minutos, calculaba que Erick llegaría en una hora o quizás más, así que tenía tiempo de sobra para elegir que cosa me iba a poner. Finalmente, terminé poniéndome un bitle de color blanco y unos jeans grises jaspeados. Mi guatita se veía sobresaliente y me permití sacarme algunas fotos para después subirlas a Instagram, ahora que ya probablemente todos sabían de la noticia, me sentía con más "libertad" para hacerlo.

Tomé aire cuando escuché mi teléfono vibrar y me giré a tomarlo.

Estoy afuera
💛

Erick.

Me colgué la cartera al hombro, volví a guardar la cajita dentro de la bolsa y después salí del departamento no sin antes asegurarme de dejar todo cerrado. Las piernas me temblaron durante todo el tiempo que estuve en el ascensor. Cuando al fin estuve abajo y las puertas del ascensor se abrieron haciendo un ruido escandaloso, Erick fijó su vista en la mía y sonrió. Me acerqué a él, temerosa, y lo abracé.

—Feliz cumpleaños, Erick—dije. En cuanto nos separamos le entregué la bolsa y él la abrió. Ni siquiera pudo esperar un poco más y eso me puso nerviosa.