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Se ha propagado la voz... El heredero volvió y pronto ocupará el trono...
Sin embargo, corre el rumor de que ya ha encontrado a su destinado. Se dice que es un vampiro, y como si eso no fuera suficiente, también se dice...
Definitivamente no. No lo veo necesario. No, no lo iba a aceptar. Namjoon me está diciendo algo absurdo.
Me está proponiendo dejar libre al vampiro... bueno, libre pero a medias. Explicándolo mejor, quiere que dejemos a Jungkook andar libre por el castillo; podrá andar por la propiedad pero no podrá sacar un pie fuera de ella. Siempre estaría vigilado por guardias y no podría interferir en nada de lo que hagamos nosotros.
Absurdo en todos los sentidos, así considero su plan. En primera, no creo que acepte y en segunda lo veo innecesario. En cualquier caso, sería mejor dejar que se vaya a tener que aguantar su presencia. Nunca podré olvidar que él fue unos de los causantes de la muerte de mi verdadero padre, al que nunca pude conocer por su culpa, por culpa de ellos, por culpa de esos malditos vampiros. Pero Namjoon insiste en que si se aleja de mí el que más sufriría sería yo y que el vampiro probablemente no sentiría nada, pero yo no lo veo así, no creo que el hecho de que se aleje me haga daño.
Después de mucho tiempo discutiendo acepto, al final no me queda de otra debido a su insistencia. Me convenció de que sería lo mejor, aunque sigo dudando que así sea. Me dijo que, si lo dejáramos ir, además del supuesto daño que me causaría, lo primero que haría sería volver con su clan, reunirse con su líder y encontrar la forma de usarme. Intenté convencerlo de que lo dejasemos donde estaba pero me miró seriamente y me preguntó si podría aguantar una sesión diaria de torturas continuas. Como respuesta lo había mirado fijamente diciéndole que tal vez podría intentarlo, me dedicó una mirada intensa en la cual detecté la gran frustración que estaba empezando a ocasionarle así que decidí dejar la idea de mantenerlo donde está de lado. No encontré otra opción aceptable así que tuve que ceder, aunque decidí poner condiciones, no voy a tratar con él y tendrían que hacer todo lo posible para evitar que coincidamos en el mismo lugar, además de que no hablaríamos a no ser de que sea realmente inevitable o necesario.
Namjoon no puso ninguna objeción ante aquello, inclusive le pareció lo mejor.
Antes de irse me asegura de que mañana a primera hora hablaría con Jungkook para proponerle el trato. Me dice también que tengo que seguir practicando con Jimin mi transformación todos los días hasta que logre controlarlo bien, así que mañana a las ocho iría justo en el mismo lugar en donde practicamos hoy, y que después podré empezar con mi entrenamiento para ser un gran líder. Aunque hasta el momento no tengo idea de cómo y no creo que con unas cuantas clasesitas pueda llegar a serlo, pienso que para eso se necesitaría mucho más, mucho, mucho más.
Un par de horas después me encuentro mirando por la ventana la hermosa vista que me ofrece. La ventana daba a la parte trasera del castillo, donde se podía observar el hermoso jardín y, más allá, un extenso bosque que en la oscuridad de la noche solo lo alumbra un poco la tenue luz de la luna y las estrellas, adquiriendo así un aspecto tétrico pero hipnotizante.
El sueño me empieza a invadir poco a poco, así que decido tomarme una ducha para luego ir a la cama. Una vez listo, me meto a la cama y después de largos minutos me quedo dormido.
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Había olvidado cerrar las cortinas, de modo que ahora la luz del sol me da de pleno en la cara, obligándome así a abrir los ojos y volverlos a cerrar de inmediato por los cegadores rayos del sol. Me levanto con parsimonia de la cama y me dirigo al baño mientras intento recordar el extraño sueño que había tenido ㅡextraño porque rara vez soñaba algo durante las nochesㅡ.
Lo poco que recuerdo del sueño es que me encontraba en una habitación oscura, con los brazos encima de mi cabeza sujetos con unas cadenas oxidadas que pendían de la pared al cual estaba apoyado, mis piernas estaban sujetas con grilletes y mi boca estaba cubierta con una cinta que impedía que pudiera emitir palabra. Me sentía desesperado. En un momento del sueño ㅡo quizás debería de llamarlo pesadillaㅡ, una persona encapuchada se me acercó y empezó a darme fuertes golpes en el estómago y en el rostro mientras otra persona me observada en la penumbra en silencio y en alguna parte de la habitación se escuchaba las risas de una mujer. De un momento a otro la persona que me golpeada paró y se quitó la capucha dejándome ver su rostro, sus ojos azules me miraban sin expresión alguna. Jimin me dió la espalda y se dirigió a la puertaㅡla cual se abrió haciendo un gran chirridoㅡpara luego perderse de mi vista dejando la puerta abierta. Con la luz que entraba por la puerta la habitación se iluminó un poco más y pude distinguir a la persona que me observaba; era Namjoon. Las risas aún se escuchaban, dirigí mi vista al lugar de donde provenían y ví a Lisa mirándome divertida desde un rincón. Por la puerta entró alguien más, al acercarse pude ver que era el vampiro, Jungkook, y llevaba una espada; la misma que usaron contra él el día en que llegué. Busqué con la mirada a Namjoon y a Lisa pero ya no se encontraban en la habitación. Jungkook se acercó a mi oído, me susurró algo que no logro recordar, para luego alejarse y clavarme la espada en el pecho.
Estoy seguro de que el sueño fue mucho más largo pero eso es todo lo que puedo recordar.
Al salir del baño me quito la toalla y me visto con unos cómodos shorts negros y una camiseta olgada morada. Reviso la hora descubriendo así que apenas eran las 06:40 AM. Salgo de la habitación cerrando la puerta tras de mí. Sin duda alguna el sueño que tuve resultaba inquietante.
